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27. Lo que hiciste por mí

Disclaimer: Fanfic sin fines de lucro, algunos personajes pertenecen a Kohei Horikoshi, pero la historia es de mi propiedad.


 —¡¡No te vayas, Midoriya!!

Bakugou esquivó rápidamente el enorme trozo de hielo que Todoroki le lanzó mientras gritaba.


El líder del ala dos ya estaba totalmente desesperado, no despegaba su mirada de la puerta por donde Izuku se fue.


Bakugou solo pensaba... ¿qué carajos le pasa a Todoroki?, ya había empezado a desesperarse y se dejaba llevar por sus emociones.


—Casi rompes la puerta, carajo— le dijo Bakugou —Si la destrozas no podremos aguantar mucho más y Aizawa llegará tarde o temprano, quizá ya está en camino.


Unas cuantas llamas salieron desprendidas de la mano del bicolor, seguidas por un enorme trozo de hielo que fácilmente podía llenar toda la cocina. 


El gran iceberg no solo arrasó con Bakugou, se llevó las estufas y otras cosas. El enorme pedazo incluso causó grietas en una de las paredes por la bestial fuerza.


El ataque con hielo había sido tan violento y repentino que el primero que lanzó con fuego logró quemar al rubio levemente en la muñeca gracias a una distracción.


—Mierda.


Ardía, pero podía soportarlo.

Su piel comenzaba a irritarse y él también. Por un momento pensó que quizá podría enfrentar a Todoroki sin tener ni un solo rasguño.


El hielo solo lo golpeó, así que no tardó mucho en levantarse.


—Midoriya... Midoriya... Midoriya... ¿en dónde está Midoriya?— similar a Izuku, Todoroki había caído en una especie de trance.


Su inestabilidad mental era realmente grave, y ver a Midoriya darle la espalda de esa forma había acabado con la casi inexistente pizca de cordura que aún le sobraba.


—No es divertido si solo lo llamas a él— Bakugou presumió su habilidad partiendo el hielo en pedacitos con una de sus abrasadoras explosiones —Aunque me sirvió para poder manipularte y eso sí fue divertido.


—¿¡Qué!?


—Estuve con él en el ala cuatro mientras tú perdías el tiempo agasajándote en la mierda. Te hice creer que estaba muerto, había muy pocas pruebas pero seguramente la incertidumbre te estaba comiendo vivo, ¿no es cierto?


—¡BAKUGOU!


—¿Lloraste mucho por él?, ¿que se siente saber que está vivo pero que no puedes alcanzarlo?


—¿¡QUÉ DIABLOS QUIERES DE MÍ A CAMBIO DE MIDORIYA!?


—¡¡Nada!!, ¡no vamos a negociar, imbécil!, ¡ya te lo dije!, él era la carnada para quitarte el ala dos, ya que no estabas dispuesto a pelear para defenderla. Te escabulliste en esta cocina y creíste que no me daría cuenta porque silenciaste a los guardias de esta ala, pero fuiste tan predecible que no me costó trabajo tenderte una trampa.


—¡¡¡BAKUGOU!!!— gritó Todoroki, como si su garganta no le doliera lo suficiente.


Luego Todoroki se lanzó corriendo hacia donde estaba Bakugou, dispuesto a atacarlo.


"Así está mejor"


—Todoroki, tenemos a Midoriya— habló Monoma por el transmisor que Todoroki traía en el bolsillo —Tenemos a Midoriya.


Aquella interrupción detuvo el ataque del bicolor y este se sintió calmado de repente.


Bakugou le respondió con una sonrisa de medio lado, cosa que Todoroki no esperaba.


—Te distrajiste, idiota.





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—¿Kaminari-san?—susurró Izuku


—¿Y ahora qué hacemos?


—¡Corre!


Izuku era llevado a rastras por las celdas del ala cuatro. 

Monoma, Sero y Kaminari corrían buscando la salida para llegar al comedor y poder llevarse al chico sin ningún problema, pero para ellos el ala cuatro era como un laberinto de puertas y celdas que los tenía perdidos.


Kaminari agarró al peliverde de las cintas que lo envolvían y se lo llevó cargando, como si fuera un costal de papas.


—¿A dónde lo vamos a llevar?


—Pues con Todoroki, idiota.


—Ah, sí.


Continuaron corriendo, esperando que Kirishima y los demás se perdieran.


Izuku observaba los pasillos y se ubicaba al instante. Sabía que estaban muy lejos de la salida al comedor, él había explorado ese lugar con Bakugou esa mañana y también en toda su estancia en el ala cuatro, por lo que la conocía bien.


'Estúpidamente', Kaminari dio un paso en falso para intentar correr y terminó tropezándose inevitablemente.

Entonces cayó de cara en el suelo, llevándose a Izuku también.


Los otros dos se habían adelantado, pero regresaron de inmediato al ver al chico torpe en el suelo.


—Creí que no traicionarías a Bakugou— susurró Izuku asustado.


—¿Por qué crees que Kirishima no ha venido por ti?— Kaminari también susurró.


—¿¡Qué estás haciendo!?, ¡apúrate, idiota!


—Sí, ya voy— dijo Kaminari.


Se levantó y ayudó al más bajo a levantarse también.


Denki Kaminari había planeado escaparse durante todo el desastre que Bakugou iba a armar, pero sabía que existía la posibilidad de no lograr su escape.


—Oye, Sero...


—¿Qué?


Si no lograba escapar, preferiría traicionar a Todoroki que a Bakugou, porque las consecuencias serían menos peores de esa forma.


—¿Es cinta aislante?


Imitando a los personajes de sus programas de televisión favoritos, Kaminari unió las manos y activó su particularidad, lanzándole una descarga eléctrica a Sero y a Monoma.


—¡Corre, Midoriya!, ¡y no te tropieces!


Izuku se quedó atónito al ver cómo atacaba a sus propios compañeros con su electricidad.

Los otros dos no tardaron en retorcerse con espasmos mientras Kaminari los veía satisfecho.


"Si voy a echarme a alguien encima, que sea a Todoroki"


Izuku corrió una vez más, a toda velocidad. Le era un poco difícil mantener el equilibrio porque sus brazos estaban pegados con cinta a su cuerpo, pero se mantuvo en pie.



No se enteró de lo que les sucedió a los otros tres porque se perdió entre el laberinto de celdas.


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Cuando se dio cuenta, ya estaba demasiado lejos de todos los demás, así que relajó el paso.


"Estoy bien...", estaba sorprendido de estarlo.


Comenzó a caminar entre las celdas con extrema cautela. 

Necesitaba llegar a la celda tres, dos, cinco para estar a salvo.


Todo estaba en silencio. Izuku miraba hacia todos lados con miedo de encontrarse a alguien más.


"No hay nadie aquí... espero”


Tenía que mentalizarse.

Le dio un horrible susto cuando escuchó unos pasos cerca de él.


—¿Izuku?


Pero para su buena suerte, una voz muy familiar le estaba hablando.


—Soy Sushi-san, ¿estás por aquí?


Se dirigió hacia aquella voz cuidadosamente. Pensó que podría tratarse de un engaño.


Se encontró con el hombre pez, lucía cansado y un poco alterado, pero lo miraba con una sonrisa.


—Aquí estás, qué alivio.


—¡Sushi-san!


Sushi-san se acercó a él y le dio una palmada en la espalda. Sucesivamente empezó a quitar la cinta adhesiva de envolvía sus brazos.


—Por un momento pensé que de verdad te habían llevado, pero Kirishima dijo que se lo dejaba a Kaminari.


—Tenemos que ir a la celda tres, dos, cinco...— dijo Izuku nervioso.


—Lo sé. No está tan lejos de aquí, ¿o sí?


[Bakugou, Sushi-san y ahora Izuku, eran los únicos presos que tenían conocimiento sobre ese lugar y aún seguían vivos]







Luego de atacar a Monoma y Sero, y dar a Izuku la oportunidad de escapar, Kaminari había salido corriendo hacia donde Kirishima se encontraba.

La ruta que siguieron aún permanecía en su cabeza, o eso pensaba él, pero lo más probable era que estuviera dando vueltas y vueltas por las celdas sin rumbo creyendo que sabe. Y todo eso empeoraba porque Monoma estaba detrás de él, persiguiéndolo para matarlo.


—¡Eres un traidor de mierda!, ¡te voy a meter un puto paralizador por el culo, hijo de puta!— le gritó Monoma.


"Maldición, ¿por qué no usamos walkie talkies como Todoroki y Monoma?"


Corrió un poco más y la suerte estuvo de su lado, pues no tardó en toparse con Kirishima, Tomura y sus secuaces peleando.


Todos lucían cansados y lastimados. 

El pelirrojo y el líder del ala tres tenían una confrontación de lo más curiosa: manos atacando a Kirishima, manos defendiendo a Tomura y manos en todos lados.


Un hombre reptil y un tipo robusto con dientes de rata combatían cuerpo a cuerpo, uno pegaba arañazos mientras que el otro mordidas.


Kaminari no dudó ni un poco y no tardó en lanzar una enorme descarga eléctrica con toda su bestial potencia, arrasando con todos los presentes, a excepción de Kirishima porque él podía resistirlo.


—¡Denki!— lo saludó el pelirrojo.


—¡Hola!, ¿qué tal?, ¿golpeando a Tomura?


El resto de presos se retorcían entre los rayos de electricidad mientas ellos se saludaban felizmente.


—Midoriya ya está bien, Sero lo estará buscando pero no creo que pueda encontrarlo.


—Sí, yo mandé al pez con Midoriya. Estarán bien porque tiene un escondite infalible.


—Te traje a Monoma, me quiere matar pero es que ya me tengo que ir.


—¿Para hoy era tu plan de escape?


—Sí.


—Buena suerte, hermano.


Se despidieron y Kaminari detuvo su ataque para después salir corriendo lejos de ahí.


Todos se encontraban atontados, incluso el hombre reptil.


—Tengo tantas ganas de patearle el trasero a Monoma...— dijo Kirishima mientras se aflojaba los puños.


Tomura y Monoma se reincorporaron casi al mismo tiempo, y ambos veían a Kirishima extremadamente enojados.


—Vengan por mí, par de escorias.



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—¿En donde te escondes, pequeña sabandija?— decía Sero mientras caminaba en el angosto pasillo que daba a todas las celdas —Cuando te encuentre, te voy a llevar con Todoroki, obtendré mi pago y tú serás torturado hasta la muerte. ¿Pero sabes algo?, no importa si Todoroki no me paga...


Izuku y Sushi podían escucharlo hablar. Se habían escondido dentro de una de las múltiples celdas, esperando que no los encontrara.


—Si él cae, entonces yo tomaré su lugar. Así que puedes escapar si quieres.


Cuando su voz se iba cada vez más y más lejos, se sintieron con la seguridad para salir. No confiaban en sus palabras, podía ser una trampa.

Miraron a los lados y Sero ya no estaba, por lo que salieron huyendo en busca de la dichosa celda.


•••


Eventualmente llegaron a la celda 325


—Bueno... hay que entrar— dijo el hombre pez al abrir la ventana que en realidad era una puerta.


—Sí...

Sushi-san podía entender de inmediato que Izuku no quería entrar a la celda por la expresión asustada de su cara.


Bakugou le había dicho que se escondiera ahí y nadie lo encontraría, pero le daba miedo. 


—¿Estás bien?


Izuku asintió lentamente con la cabeza.


Sushi-san entró a la habitación tranquilamente y se quedó observando al peliverde, esperando a que entrara también.


—Ven, no pasa nada, yo estaré contigo.


Su estómago se revolvió y se sentía algo ansioso, pero entró de todas formas.

A pasos lentos, se metió a aquel cuarto pequeño y oscuro.


Sushi-san lo tomó del hombro gentilmente y luego cerró la puerta.


Izuku se tensó en cuanto todo el cuarto se llenó de oscuridad, pero el agarre de Sushi-san le ayudó a calmarse un poco.


—Es más seguro aquí que allá afuera. Tienes que estar tranquilo, Bakugou es una mala persona pero sé de sobra que es demasiado fuerte y acabará con Todoroki. 


—Sí... ¿Su-Sushi-san?


—Dime.


—Perdón... pero... ¿cómo te llamas?


Había estado recibiendo su cuidado todo ese tiempo y aún no conocía su nombre.

El hombre a su lado dejó escapar una risa al percatarse de que no había dicho su nombre a pesar de la cercanía que tenían.


—Me llamo Sake Atama.


—¿En serio?


—Mis padres eran bastante malos, pero ese es mi nombre.


—No suena mal.


—Claro— dijo en tono sarcástico.


—Es un buen nombre... si lo piensas bien puede ser muy significativo.


—Prefiero que me llamen Atama, Sushi-san es un apodo terrible.


—Lo siento mucho...


—No, descuida, si eres tú no me molesta. Cuando nos conocimos me llamaste así y me hizo enojar, pero ahora las cosas son diferentes.


—¿Por qué te llaman así?


—Por culpa del maldito Bakugou.


Con ese insulto el chico pecoso bajó la mirada algo desanimado.


"Esto es malo", pensó Atama.


—No me digas que te cae bien...


—Él me salvó la vida.


Sus pensamientos sobre el líder del ala uno habían cambiado por completo después de todo lo que sucedió.


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Entre hielo y explosiones, los dos líderes se enfrentaban cara a cara.


Ya estaban por llegar a su límite, pero ninguno de los dos se rendiría hasta no ver al otro desfallecer en el suelo.


—Lo propondré una vez más— dijo Todoroki —Entrégame a Midoriya y te daré lo que sea, el ala dos... puedes tenerla.


—¡Que no pienso negociar contigo, estúpido!


Bakugou tenía los brazos cansados y Todoroki se había lastimado una pierna.

Todo a su alrededor estaba tirado y desordenado y ellos agotados, encorvados, tratando de seguir en pie.


—Debí haberte matado cuando tuve la oportunidad en el ala cinco...— dijo el de ojos heterocromáticos.


—Aunque lo hubieras intentado, no habrías podido. 


Todoroki le dirigió una mirada furtiva.



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—Él no se preocupa por ti, no te hagas ideas erróneas. Estoy seguro de que Bakugou solo te ha estado usando todo este tiempo. No confíes en él.


—Pero... Bakugou me ha salvado varias veces.



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Todoroki le lanzó un bloque de hielo enorme, el cual regresó con el impacto de una de sus explosiones.


Corrió hacia el bicolor levantando el puño, Todoroki intentó desviarlo pero Bakugou clavó sus nudillos en la quemadura de su ojo izquierdo.


Todoroki jaló su hombro para intentar derribarlo, pero Bakugou se aferró a su brazo con fuerza y le soltó una pequeña explosión para tratar de calcinarle la piel.



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—No te confíes, es por tu propio bien. Es mejor para ti que estés fuera de su camino, créeme. ¿No recuerdas lo mal que te trató esa vez en el comedor?


—Sí... fue bastante duro conmigo...



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—¡¡¡TE VOY A ARRANCAR LA PIEL!!!


Todoroki recibió el golpe y se recuperó con pesar.


Después ambos comenzaron a soltarse golpes y patadas, algunas lograban bloquearlas, pero otras cumplían con su cometido.


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"Pero... él hizo algo que nadie había hecho por mí antes...”


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Bakugou arremetió con un golpe directo a su ojo.

Le soltó una explosión en el pecho, quemado su ropa y su piel.


Todoroki intentó contraatacar con una llamarada, pero sus manos simplemente ya no podían más.


—Tú poder es inestable y en sí tú eres inestable. Perder al imbécil de Deku te está volviendo más loco.


Bakugou lo tacleó salvajemente. 


Una vez más, Todoroki levantó su mano para lanzar hielo, pero Bakugou presionó su muñeca mientas se situaba encima de él.


"Tengo que matarlo por Midoriya...", pensaba un destrozado y agotado Todoroki.


Bakugou comenzó a torcerle la muñeca con fuerza, obteniendo un quejido de dolor por parte del bicolor.

Casi le rompe el brazo, pero Todoroki logró pararlo congelándole la mano con la poca fuerza que se esforzó en reunir.


Bakugou actuó rápido y le agarró la frente con la mano que aún tenía libre.


"—Atrévete y le vuelo la cabeza—"


—¿Debería matarte para acabar con tu sufrimiento?, no me agrada la idea de ser piadoso contigo.


Se quedó pensando. Quizá matarlo sería la única opción que tenía incluso si era arriesgado para él y para su condena, pero no pudo tomar una decisión... porque de repente sintió como alguien lo jalaba de la cintura, como si lo estuvieran amarrando.


De pronto todo el lugar se había llenado de guardias con cachiporras y armas.

Una gruesa tira de metal le había prensado la mano y por mucho que lo intentara ya no podía usar su poder.


Aizawa había llegado.

Bakugou lo miraba enojado porque realmente lo había sorprendido.



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"Bakugou me devolvió esperanza que había perdido”



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