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34. Apiario

Actualizado: 19 dic 2020

Disclaimer: Este es un fanfic sin fines de lucro, algunos personajes pertenecen a Kohei Horikoshi pero la historia es de mi propiedad.

 

Con ayuda del reptiliano, Kaname y Shinso, Izuku fue llevado a la enfermería mientras Kirishima iba a buscar a Bakugou. "—La doctora Naomi me instruyó en cómo usarlas—" Estaban delante de la puerta que daba hacia la enfermería. "Oh... no, no, no, no... no puede ser" —No quiero entrar ahí. —Necesitas a alguien que atienda tus heridas, Midoriya— le respondió Tokage. —¿Y si lo llevamos con Shun?— propuso Shinso. —Creo que ahí me iría peor— dijo Deku. Su nariz seguía sangrando y le dolía todo el cuerpo, pero aún así se negaba a entrar con Naomi e ir con Shun no era una opción porque no tenía tanto dinero para pagar. Era muy triste que las dos personas en las que más confiaba habían resultado ser horribles y crueles seres humanos; intentó olvidarse de Todoroki y de Naomi también. —Dejemos que te ayude a curar tus heridas, ¿de acuerdo?— preguntó el reptil —Vamos, pecas, quiero ver a esa belleza de Nao-chan— dijo Kaname. —No, prefiero quedarme en el piso agonizando hasta la muerte— hablaba en serio —Por favor, no quiero entrar ahí. —Está bien— cedió el lagarto —¿Y qué harás con tus heridas entonces? Ahí estaba el punto, no tenía ni idea. —Ah... Presionó su estómago con fuerza tras sentir una punzada. Izuku se quedó callado sin saber qué haría ahora con sus heridas. —¿Fue Bakugou el causante de esas heridas, Izuku? Esa voz femenina llena de amabilidad, la misma que lo ayudó a sentirse mejor en sus primeros días de penitencia. La doctora Naomi ahora caminaba detrás de ellos. Su cuerpo de esbelta figura, sus labios pintados de rojo, ese cabello largo y lacio color azul oscuro que brillaba y se sacudía hacia los lados mientras caminaba. Era una mujer sumamente bella, pero Izuku no podía olvidar las palabras de Todoroki. —Por la quemadura en tu estómago yo diría que sí. Nadie dijo nada ante su presencia, Izuku solo se limitó a mirarla con una expresión de tristeza en el rostro. —Déjame ayudarte, Izuku. Y ustedes, ¿que esperan? Ayúdenlo a entrar a la enfermería. De un momento a otro, Izuku ya se encontraba acostado en una de las camas de la enfermería y Naomi revisaba sus heridas. Los demás ya se habían ido y habían dejado al chico en la enfermería. —Voy a curar esta quemadura... va a arder un poco. Soltó un grito al sentir como la mujer le colocaba un paño mojado en el estómago y este cubría las ampollas en su piel. --- Naomi curó y cubrió con vendas y parches todas las heridas que el pecoso tenía en el cuerpo. Tras una exitosa curación, empezó a examinar la cuenca ocular izquierda del pequeño Deku. —No es necesario— dijo el chico. —Puede infectarse y eso sería muy malo para ti. Ignoró lo que Izuku le decía y siguió revisando ese vacío rojizo que Todoroki había provocado. A Naomi realmente le llamaba la atención todas las heridas que el chico pecoso tenía. Tenía muchas cicatrices, pero esa cuenca de ojo vacía era lo que más le llamaba la atención. Todoroki había hecho una amputación bastante 'mala', lo hizo con la fuerza suficiente como para no dejar ni un rastro de que alguna vez había habido un ojo en ese lugar, pero también se encargó de dañar partes internas importantes y algunas zonas externas cercanas al párpado. "Bastardo, ni siquiera lo hiciste bien", pensó la mujer con odio hacia el ex líder del ala dos. —¿Qué tratamiento te dio Shun? —Ah... era a base de analgésicos y algunas cremas regenerativas en la piel. —¿Cuanto te costó todo eso? —Preferiría no hablar de ese tema— dijo cortante. Quería irse de la enfermería lo más pronto posible. —Está bien— le dijo mientras observaba con atención el párpado de Izuku —¿Te duele de vez en cuando? —Sí... algunas veces me duele y me quito el parche porque así se va el dolor. —Haces bien. Realmente el dolor es algo normal porque no le diste seguimiento al tratamiento, pero no te preocupes, puedo ayudarte con eso. —No, gracias. Estoy bien así. Naomi suspiró a causa del tono cortante de Izuku. —No se que fue lo que te dijo Todoroki sobre mí, pero créeme que yo no soy como él. —Todoroki no me dijo nada. D-Doctora Naomi, no se de que está hablando. Izuku no sabía de qué clase de cosas era capaz esa mujer de bata blanca, así que decidió que lo mejor sería mantener su distancia, después de todo ya había curado sus heridas. ---------------------- —¡Hermano!, ¡espera!— Kirishima lo llamó. Bakugou iba directo hacia el ala cuatro hasta que se encontró con el pelirrojo. Pasó de largo y siguió caminando con un poco de dificultad. —¿A donde vas? —Al ala cuatro— respondió de mala gana. Sentía un gran dolor en la espalda por los golpes que Aizawa le había dado recién salió de la celda de aislamiento, además le faltaban fuerzas, no había comido bien en dos meses. Quizá se presionó demasiado a sí mismo para golpear a Deku, realmente no tenía tanta fuerza como solía y usar su particularidad había aumentado el dolor en su muñeca derecha. Siguió hasta llegar a la enfermería del ala cuatro, acompañado de Kirishima. —Se ve asqueroso— dijo Bakugou al ver la cicatriz creada por la quemadura que le hizo Todoroki cuando pelearon. —Que bien que no puedes ver tu espalda— respondió Kirishima, recibiendo una mirada furtiva de Bakugou. Los moretones y sangre en la espalda del rubio seguramente le provocarían náuseas, pues de tanto tiempo sin ser tratadas y el que Bakugou durmiera en el piso solo lo empeoraron. Shun empezó a curar su espalda y le colocó un vendaje alrededor de sus moretones y demás heridas. —Ese chico al que trajiste, el de pecas... no tenía dinero para pagar— se quejó Shun. —Me importa una mierda, cállate y haz tu maldito trabajo. -------------------------- —Has ganado peso, eso es muy bueno— le dijo Naomi a Izuku. —La comida del ala cuatro era muy buena. —Me alegra saber que has estado mejorando tu alimentación. Poco a poco irás recuperando todos los nutrientes que perdiste. Que le hablara en ese tono lleno de sinceridad lo hacía dudar, pero aún así mantendría su distancia. —Eso espero. —Podría recomendarte un suplemento de vitaminas. —¿Ah? ---------------------- Tras atender las heridas de Bakugou, Shun siguió con una revisión general y le hizo algunas preguntas para darle su diagnóstico. —Tu desnutrición no es tan severa como parece, incrementa alimentos en tu comida de todos los días y te recuperarás, principalmente los niveles de proteína, también voy a recomendarte un suplemento alimenticio— le dijo mientras le mostraba una lata extraña. —¿Que es esa mierda? Casi le da un tic en el ojo cuando vio lo que era. —Es un suplemento alimenticio, perfecto para que recuperes todo lo que perdiste en esos dos meses. ----------------------- —Entonces... ¿esto me ayudará a recuperarme? La mujer asintió. —Podría ser... uno por día ¿Te parece? "¿Eso significa que tendré que venir por uno cada día?, no es una buena idea" —¿Puedo recuperarme sin necesidad de los suplementos? —Pues todo depende de que tan buena sea tu alimentación. "Hoy no siquiera comí..." —¿Comes tres veces al día?, ¿tu dieta incluye carne, verduras, fruta?, ¿Tomas  agua según tu actividad física? Izuku se quedó en silencio por un rato analizando todo lo que le había dicho, hasta que llegó a una conclusión: —A diario... ¿no podría ser una vez a la semana?— Alterar la recomendación del doctor, táctica que siempre utilizaba en la escuela cuando iba a la enfermería por culpa de Ryuichi. —No. --------------------- —No me voy a tomar esa porquería todos los días. —Cada tercer día entonces. Bakugou continuó negándose  a tomar aquella bebida, pues creía que no la necesitaba en absoluto, sin embargo terminó llevándose una lata. ---- Salió de la enfermería y Kirishima hablaba con él. —Nada más salir ya mandas a alguien a la enfermería. ¿No crees que te excediste con Midoriya? Bakugou no le respondió. —Hermano, tienes que controlarte, Midoriya no causa problemas, ¿por qué meterse con él? —Esa escoria se lo buscó. —¿Qué fue lo que hizo? Siguieron hablando hasta llegar al ala uno. ___________________________________ Izuku salió de la enfermería de Naomi con una lata de suplemento alimenticio y dificultad para caminar. Estaba agotado, por eso tenía que aferrarse a las paredes para andar mejor. A medio camino se topó con el guardia Sora y este lo llevó hacia su celda. —Hoy no debes trabajo de destino— le dijo. —Pero... hoy me tocaba estar en la lavandería por primera vez. —Dije que hoy no debes trabajo de destino y tú haces lo que yo te ordene porque yo soy el guardia y tú el recluso. Izuku recordaba que su nombre estaba en las listas de la lavandería, pero comprendió que era un buen acto por parte de Sora el que no lo dejara ir a trabajar cuando apenas y podía moverse. El agradable sujeto se marchó en cuanto se aseguró de que Izuku estaba en su celda. "Creí que estaría solo, pero Bakugou-kun está aquí esta vez" Entró a su celda y tomó asiento en el piso para después intercambiar miradas con el rubio de ojos rojos que se encontraba sentado en la litera inferior. —¿Que es esa mierda que traes?— le preguntó señalando la lata de suplemento que llevaba en las manos. —Es un suplemento alimenticio que me dio la doctora Naomi. Bakugou sacó de su bolsillo una lata idéntica a la que Izuku tenía. —Oh... — dijo Izuku sorprendido. [El sabor del suplemento era chocolate, el sabor que a Bakugou menos le gustaba] El pecoso observó la lata que Naomi le había entregado, se encargó de revisar que estuviera bien sellada porque su desconfianza no le permitiría ingerir algo que ella le diera así como así. El recipiente cilíndrico parecía estar completamente sellado; leyó la fecha de caducidad como unas cinco veces y sacudió la lata con fuerza para asegurarse que no estuviera abierta de ningún lado. Tal vez estaba desconfiado demasiado... no, estaba haciendo lo correcto. Izuku se encontraba un poco asustado por tener a Bakugou frente a él, puesto que hace unos momentos le había dado una fuerte golpiza que lo dejó bastante lastimado. "Aunque... es horrible, pero... si lo pienso bien, ese dolor no se compara con... el ala dos" Debía admitir que los golpes de Bakugou fueron menos dolorosos que algunos que recibió antes. "Me encantaría pensar que se contuvo, pero se que Bakugou-kun no ha estado comiendo bien desde hace un tiempo. Está débil y aún así sus golpes duelen demasiado" Ambos abrieron la lata casi al mismo tiempo y luego volvieron a intercambiar miradas por unos segundos. A pesar de lo que pasó antes, ahora todo estaba extrañamente normal. Izuku estaba un poco asustado y mantenía la guardia, pero realmente siempre estaba así. Habían pasado bastante tiempo juntos, no interactuaban todo el tiempo, hablaban de vez en cuando, casi nunca, pero ya se habían acostumbrado a la presencia del otro y eso era un punto a considerar para el pecoso porque quería llevase bien con Bakugou. Deku dio un sorbo a la bebida y se encontró con un desabrido sabor a chocolate; no era malo del todo, pero su sabor podía mejorar de manera considerable. Entonces Bakugou también dio un sorbo y el disgusto no se hizo esperar en su rostro. Se acabó todo el contenido de la lata aún así. Los dos permanecieron en silencio, cada quien sentado en su lugar. Descansaban porque no podían exigirle más a sus cuerpos. "¿De que manera puedo hacer que me trates un poco mejor?, no termino de entenderte, Bakugou-kun" Su mente de estratega brillante ya no le funcionaba como antes, pero siguió tratando de idear una manera de llevarse mejor con su compañero de celda y así fue como sus primeras ideas comenzaron a nacer. Al final no obtuvo muchos resultados, pero pensó que podría preguntarle a algunas personas para saber más sobre Bakugou. ____________________________ La noche cayó e Izuku se saltó la cena porque sabía que era lo mejor para él, además el suplemento alimenticio le había servido para no tener el estómago vacío. Bakugou se fue e Izuku se quedó sentado en el piso de la celda, observando hacia la ventana. Se dio un tiempo para pensar en sus deseos y anhelarlos aún más. "Desear algo con todo tu ser no logrará que suceda", se dijo las mismas palabras que pensó en esa temporada de hambre y sed, "tengo que conseguirlo, todo este tiempo he estado dependiendo de otros para todo y si sigo así, seguro que un día nadie va a ayudarme" Pero, ¿podría valerse por sí mismo siendo tan débil y miedoso? "Tal vez ni debería intentarlo porque lo que pasó en... el ala dos... puede pasar de nuevo" Tenía miedo del mañana, incluso de la misma noche que estaba viviendo en ese momento. Se acostó en el piso acomodándose del lado y se limitó a respirar y existir. Cerró el ojo derecho, también usó su brazo derecho como almohada para después dedicar toda su concentración al acto de respirar. Inhalaba y exhalaba lentamente para intentar relajarse, porque si solo se concentraba en respirar entonces todos los recuerdos malos que tenía no llegarían a su mente porque estaría ocupado en otra cosa. Cuando sufría estrés postraumático su mente lo bloqueaba y permanecía inmóvil, pero la intromisión de Bakugou fue suficiente como para sacarlo de ese estado. "Mañana estaré en la lavandería, quizá pueda conseguir algo de ropa o..." Comenzó a pensar en cosas triviales hasta que escuchó como la puerta de la celda se abría. Izuku se puso alerta, ya estaba asustado, pero actuó como si estuviera dormido cuando escuchó unos pasos acercándose al interior de la celda. "Si es Bakugou-kun entonces solo pasará de largo y se irá a dormir, pero si es alguien más..." La presencia de la persona misteriosa se sentía cada vez más cerca. Ya estaba frente a Izuku y se acercaba cada vez más y más. El pecoso sintió como una mano se posaba en su hombro y de inmediato pegó un salto y abrió el ojo para ver de quién se trataba. —¿Te desperté?— era Kirishima —Lo siento. —Kirishima-san— que alivio, creyó que se trataba de alguien más —En realidad no estaba dormido. —¿Qué haces en el suelo cuando tienes una cama en frente de ti? —Bakugou-kun no me deja usarla. —Levántate, puedes utilizarla mientras no está, ¿verdad?— El pelirrojo le sonrió. Izuku y Kirishima se sentaron en la litera de abajo. —Te traje esto— le dijo mientras le hacía entrega de un pan de yakisoba —Cómelo, le hará bien a tu alma. Lo que para Izuku era el puré de papa, para Kirishima era pan de yakisoba: ¡el sabor de la gloria! —Muchas gracias— Izuku realmente tenía hambre. —Sabía que no irías a cenar por eso te traje un delicioso pan de yakisoba. "Kirishima-san es una gran persona", nunca se cansaría de pensarlo y afirmarlo. —Gracias, Kirishima-san, siempre eres muy bueno conmigo. —Somos amigos, ¿no?, es normal. "¿Amigos...?" Tuvo una sensación agradable en el pecho, como si una pequeña parte del vacío que sentía se hubiera llenado. —Sí— Izuku asintió dulcemente y trató de sonreír, pero no lo consiguió. —Bakugou me contó lo que pasó mientras estaba en la celda de aislamiento. —Él... ahora me odia más que antes. Kirishima dejó salir un suspiro. —En serio, Midoriya, lo mejor para ti es que te mantengas alejado de él, sabes que su temperamento es... —Explosivo— hablaron al mismo tiempo. Kirishima imaginó una almohada explotando y Deku tuvo la imagen de un huevo explotando dentro de un horno de microondas. Ambos inclinaron la cara y se preguntaron porque habían imaginado eso. —En fin... lo que quiero decir es que Bakugou es alguien de cuidado, ¿comprendes?, él te dijo que no le llevaras comida y tú hiciste todo lo contrario, por eso se enojó contigo y ahora estas lastimado. —Lo sé... pero, no quería que se quedara sin comer por tanto tiempo. —Mmm... "Piensa como Bakugou", se dijo Kirishima. Realmente lo sabía. —Bakugou no te considera. Para él no eres alguien que importe, por eso...— intentó no sonar tan mal, pero era difícil considerando la forma en la que Bakugou lo veía. —Supuse que no quiere recibir la ayuda de un fracasado como yo, pero... no podía soportar la idea de que él estaría sin comer porque Aizawa quería hacerlo perder fuerzas. —Te comprendo, pero... Bakugou piensa que eres un... inútil, no te ofendas. —Descuida. —Él te tiene en un puesto muy pero muy bajo, por eso lo mejor es que mantengas tu distancia y si llegara a involucrarse contigo debes hacer lo que te pida. Hoy estaba débil y mira cómo te dejó, la próxima vez no será así. No debería haber una próxima vez. Izuku le respondió con un suspiro. —Es por tu bien. Ahora come pan de yakisoba, necesitas cenar algo. —Lo haré. Le dio un mordisco al pan y se hizo la misma pregunta que siempre se hacía: "¿Cómo debería sentirme respecto a Bakugou-kun?" Ya no le daba miedo, le tenía cierto aprecio y sentía la necesidad de acercársele, incluso si era una manera de actuar estúpida, quería estar cerca; Bakugou siempre llamó su atención y ahora era figura de su admiración. Además, luego de tanto tiempo haciéndose menos por su propia cuenta, creyendo que era incapaz de todo (aún creía eso), y deseando su bienestar de forma fugaz, por primera vez había algo que quería de verdad. Quería caminar a su lado, quería ser reconocido por Bakugou porque se sentía frustrado cada vez que recordaba que el rubio no había aceptado su comida. Repetía las palabras de Daisuke una y otra vez, pero no ayudaba tanto como esperaba, aunque aún así las seguiría repitiendo. —El pan está delicioso. —Pues claro, es de yakisoba. Se quedaron un rato en silencio mientras Izuku comía. Entonces el pequeño chico de pecas se sumergió en sus pensamientos y siguió buscando la manera de llamar la atención del líder del ala uno sin poder encontrarla. —Midoriya, ¿puedo preguntarte algo? —Por supuesto. —¿Por qué tanto apego hacia Bakugou?, ¿qué es lo que te atrae de él? —Lo admiro mucho porque el puede hacer todo lo que yo no puedo hacer— aquella pupila verde parecía brillar en el momento en el que habló. —Yo también lo admiro, así que te comprendo. "Pero él te trata demasiado mal" Sus golpes dolían mucho y sus palabras parecían balas directo en su corazón, pero hay algo que Izuku nunca olvidará, a pesar de que no era como él pensaba. "Bakugou-kun me salvó la vida sin quererlo. Yo me estaba dando por muerto en ese momento, pero él apareció y me hizo ver que tal vez estar vivo no era tan malo. Me hizo sentir menos miserable. Incluso por accidente... me ayudó como no se imagina" Izuku Midoriya siempre agradecerá todo lo bueno que le pasa, así sea una pequeña cosa, siempre la agradecerá desde el fondo de su lastimado corazón, porque puede contar las cosas buenas de su vida con los dedos de las manos. _____________________________ Terminó de comer y Kirishima lo ayudó a deshacerse de toda la evidencia de comida, solo por mera precaución. —Te voy a dar un consejo: antes de preocuparte por Bakugou o por otros, preocúpate por ti mismo. Nadie debe de ser más importante para ti que tú mismo. En este lugar tienes que defenderte solo, no tienes tiempo para ver por los demás. --- Hace rato que Kirishima se marchó y sus palabras dejaron a Izuku pensando. Incluso si recibía ayuda constantemente, él también debía ver por su integridad. "Pero cada vez que me levante, entonces me golpearán con más fuerza, como Todoroki... ¿eso significa que tengo que aceptar todo lo malo que me pasa, incluso si no me lo merezco?" Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la entrada de Bakugou a la celda. Izuku ya estaba sentado en el piso desde hace rato, por lo que Bakugou no se daría cuenta de que estuvo sentado en su cama. El rubio no tardó en acostarse en la litera de arriba para dormir. Izuku estaba un poco ansioso; había tantas cosas que quería preguntarle a Bakugou, pero se mantendría callado porque si no lo haría enojar. No se percató del momento en el que las luces se apagaron. Quizá eran las once de la noche o era más tarde, no importaba. Todo estaba oscuro, ambos chicos estaban acostados, intentado dormir. —Buenas noches— dijo Izuku a Bakugou, sin obtener respuesta de su parte. El ambiente se sumió en silencio total. Hace mucho tiempo que Izuku no dormía cerca de Bakugou y saber que él estaba ahí lo hacía sentir un poco mejor. Se sentía tranquilo y esa sensación era sumamente valiosa. Se quedó dormido luego de un rato y los minutos pasaron mientras descansaba. Se despertó de repente. No estaba sudando, no había estado teniendo pesadillas ni nada por el estilo, pero sentía unas ganas incontrolables de ir al baño. "Esperaré a mañana para ir..." Mañana todos estarían en los baños, como era la costumbre. No importaba por donde lo viera, entrar a los baños en la mañana era una mala idea y no usaría los baños de la celda porque Bakugou era de sueño ligero y al más mínimo ruido se despertaba. "Por las noches todos están en sus celdas, ¿verdad?, incluso si no duermen, puedo ir al baño en silencio y nadie sabrá en donde estoy" Ninguna de las dos opciones le gustaba, como siempre. ¿Qué se le iba a hacer?, mojar sus pantalones tampoco era opción, así que no le quedó de otra más que salir de su celda en plena penumbra. ---------- Caminaba por los pasillos con unos nervios horribles e iba casi de puntitas para no causar ni un solo ruido. Podía ver gracias a pequeñas intromisiones de luz en las ventanas de las celdas, así como tragaluces especiales colocados en lo más alto del techo. El ala uno, (y en general todas las alas de prisioneros), se encontraba divida en tres secciones: sección A, en donde se encontraba Izuku, sección B, en donde creía que estaban Tokage y Tokoyami y la sección C, la peor de todas, en donde se encontraban Kaname, Shinso y todos los demás hombres que siempre lo utilizaban. Para llegar a los baños debía pasar todas las zonas, puesto que estos estaban ubicados cerca del comedor. "¿Desde cuando ir al baño se convirtió en una misión suicida?, desde que entré a este lugar", pensó para sí mismo con gran preocupación. Siguió andando por las celdas. Algunas estaban vacías, en otras los presos dormían y en algunas otras hacían cosas extrañas que era mejor no descubrir que eran. Por suerte Izuku podía pasar desapercibido gracias a la poca iluminación. Llegó a la sección B, ahí algunas celdas tenían las luces encendidas, pero eran muy pocas, por lo que podía esconderse entre los pasillos. Había un poco más de ruido, pero no era suficiente como para acabar con la tranquilidad de la noche. Pasó por la celda del hombre reptil, Tokage, este compartía celda con Tokoyami. Las luces de su celda estaban encendidas y como se trataba de ese par, Izuku se dio la oportunidad de echar un vistazo para ver que hacían. Tokoyami y el reptil estaban en una partida de póker nocturna. "Al menos pueden divertirse" —Estás apostando demasiado en esta partida, ¿no lo crees?— habló Tokoyami, fingiendo que hablaba con el reptil —¿Por qué no mejor pasas o te retiras? —¿Retirarme y perder todas mis cartas?, no actuar durante la mano en curso no es para mí. Voy a hacerte tragar mierda, puedo hacerlo hasta con los ojos cerrados— "respondió" el reptil. De pronto Tokage lanzó una carta fuera de la celda, entre los barrotes. Izuku observó la carta, se dio cuenta de que era una a de trébol y entonces entendió lo que querían decirle. —Regresa a la sección a ileso, chico— susurró Tokage. Izuku agarró la carta y sin hacer ni un solo ruido la devolvió a la celda. Se fue caminando después de eso. De nuevo más celdas sin luz. Todo parecía estar en orden. Siguió caminando y se dijo a sí mismo que odiaba tener que ir al baño. Tenía una idea de lo que podría estar sucediendo en las celdas, pero mientras no hiciera ningún ruido no lo descubrirían. Unos segundos después ya estaba en la sección C. Era un desastre, había más ruido que en las otras secciones y la cantidad de celdas que tenían las luces encendidas era mayor a la de la sección B. Se apresuró y sin ser notado logró llegar a los baños. --- Hizo lo que debía hacer sin causar ni un solo ruido. No jaló la palanca porque entonces haría ruido y con pesar por no haber hecho lo anterior, salió a lavar sus manos con agua y jabón. Estaba atento, alerta de cualquier ruido. Tenía miedo, pero intentaba tranquilizase pensando que el camino de regreso sería más fácil. Trató de ignorar todos los sonidos de la lejanía, pero las risas, voces, gemidos y quejidos no pasaban tan desapercibidos. Terminó de lavar sus manos y salió lo más rápido que pudo hacia la sección C. Seguía su camino, pero se encontró con una celda que tenía las luces encendidas. Cuando iba para los baños esa celda no estaba así. Ahora tenía que tomar una desviación; miraba hacia todos lados intentando encontrar una. Sabía que no debía asomarse a la celda por nada del mundo y los ruidos que empezaron a salir de esa celda solo reafirmaban esa idea. —¡Ah!, ¡ah!— alguien gemía. Parecía como si varios hombres estuvieran teniendo sexo. Sonidos de fluidos, quejidos y más gemidos se escuchaban, así como algunas risas y palabras obscenas. —Lo voy a hacer más rápido, ¿y si te desgarro el ano? —No suena mal, rómpele el culo a ese imbécil. —Haaa... voy a imaginar que eres una chica, una puta de esas que se contratan el Kioto, cerca de la estación del metro. —¿No sería mejor si Midoriya estuviera aquí? —¿Y si vamos por él a su celda? —Es compañero de Bakugou, no querrás ir a despertarlo también. —Mierda, no. Pero de verdad me gustaría cogerme a Midoriya en este mismo instante. Esas palabras obligaron a Izuku a retroceder en silencio y con pavor. Se alejó rápidamente de la celda, buscando otro camino con desesperación. Se pegó a la pared para intentar esconderse, como si pudiera camuflarse en el concreto de los muros. Izuku permaneció en completo silencio y continuó buscando una desviación con la mirada, pero la penumbra y la oscuridad le hacían las cosas más difíciles. "Tengo que irme de aquí" Una vez más, la imagen del asterisco aparecía en su mente. Repentinamente, Izuku sintió como alguien le tocaba el hombro y estuvo a punto de soltar un fuerte grito de susto, pero sus labios fueron sellados por un contacto extraño, que en realidad era una mano. El pecoso intentó soltarse de inmediato. —¡Calma!, ¡calma!, ¡pecas, soy yo! Al escuchar al hombre invisible susurrar, sintió un alivio instantáneo. Kaname se lo llevó hacia su celda, lejos de aquella otra celda con las luces encendidas, pero también lejos de la sección B. Una vez que estaban en la celda de Kaname, Izuku vio a Shinso leyendo un libro mientras se alumbraba con una pequeña lámpara. Kaname le permitió sentarse en su cama, en la litera de abajo. —Pecas, ¿¡qué demonios estás haciendo aquí!? —T-Tenía que ir al baño... —¿No te podías aguantar?, no tienes porque estar aquí. —Era muy urgente... —Escúchame bien, pecas: por nada del mundo debes venir a la sección C en la noche. Tu celda es un lugar seguro, allá en la sección A, durmiendo en el mismo lugar que Bakugou estas a salvo. Escuchar aquello lo hizo sentirse bien. —Dormir en la misma celda que Bakugou te salva automáticamente de todas las mierdas que suceden en la noche. —¿En serio? —¿Por qué crees que puedes dormir tranquilo por las noches?— le preguntó Shinso —Nadie se mete con él y la sección A es la más tranquila porque él está ahí y odia que perturben su sueño. —Ohhh, tiene mucho sentido— Izuku dio el crédito a Bakugou —Bakugou-kun realmente odia que perturben su sueño, me lo ha hecho saber muchas veces. "A veces se despierta a mitad de la madrugada y se enoja porque no puede volver a dormir; lo comprendo porque el insomnio es terrible", pensó Deku mientras se acordaba de su admirable compañero rubio. —¿Bakugou-kun?, ¿desde cuando se usan honoríficos con ese bastardo?— le preguntó Shinso. —Es... la costumbre— mintió. —¿¡Podemos dejar de hablar sobre Bakugou de una maldita vez!?— Kaname se quejó. —Lo siento. Kaname suspiró y volvió al tema del que hablaban al principio. —Lo que importa ahora es... ¿cómo vas a regresar a la sección A? —Tenía una ruta, pero unos presos abrieron una de las celdas que estaba en mi ruta a seguir y ahora no puedo pasar por ahí, necesito encontrar una especie de atajo o desviación. —Las celdas con las luces encendidas significan peligro. Por nada del mundo te acerques a una de esas. —Lo supuse, pero he sido precavido. Kaname intentó hallar una manera de encontrar una desviación, pero ni en lo más profundo de sus recuerdos pudo encontrar algo que sirviera. —Lo sé, pero... no hay ninguna desviación. Si no cruzas por esa celda entonces no podrás salir de aquí— el tono de voz de Kaname sonaba bastante serio —Y no hay manera de que pases la noche en nuestra celda porque mañana los guardias te descubrirán y si eso sucede te meterán a una celda de aislamiento. Nada más escuchar esas palabras, ya se le erizaba la piel. —Entonces... tengo que... —¡Debe haber alguna forma! Por mucho que Kaname pensara, sabía perfectamente que no había ningún atajo, ni desviación, no había otra manera de regresar a la sección A sin atravesar la celda y eso era terrible. —Podría esperar a que ellos se vayan y así... —No sabemos cuando se irán. A veces se pasan toda la noche y terminan hasta la mañana, cuando los guardias interfieren— habló Shinso. —Entonces... no me queda de otra más que cruzar por ahí— habló con miedo. Ninguno de los tres volvió a decir palabra. Era evidente que cruzar por la celda con luces encendidas era arriesgado, pero era la única opción de volver a la sección A. "—Por muy difícil que sea la situación, un hombre debe superarla y salir adelante—" Las palabras de Kirishima se hacían valer una vez más. No volvería a pasar ni uno solo de sus días encerrado en una celda de aislamiento, por lo que, con la voz y las manos temblorosas, camino hacia afuera de la celda de Shinsou y Kaname. —Tengo que volver a la sección A ileso— dijo Izuku. "Estoy muy asustado, creo que no puedo hacerlo, no debería ni siquiera intentarlo, pero... Tokage-san y Tokoyami-san me desearon suerte" —Más te vale que lo hagas, en serio— dijo Kaname. —Sí... — respondió el pecoso inseguro. --------------------- Izuku no tardó mucho en volver a encontrarse con la celda de luces encendidas. Podía escuchar las voces de todos esos hombres perfectamente. Sabía que era una mala idea, pero se asomó levemente por el borde de la entrada a la celda solo para averiguar si estaban lo suficientemente distraídos como para no notar su presencia. Se encontró con tríos y grupos teniendo sexo salvajemente. De todas las cosas que había visto en ese lugar, aquella imagen del grupo de hombres penetrándose mutuamente era una de las cosas menos terribles. También se encontró con que, en una esquina de la habitación, se encontraba el cadáver de un hombre recién apuñalado. Aún tenía la navaja clavada en la cabeza y chorros de sangre salían por aquella abertura carnosa, brillosa y desagradable. Izuku hizo su mejor esfuerzo para que aquella imagen de Daisuke en el día de su muerte no regresara a su cabeza. Bloqueó la imagen de uno de sus mayores traumas recordando las escamas de Sushi-san. Se aferró a la imagen mental del puré de papa, de su sabor y su textura. Cerró el párpado con fuerza y trató de hacer un recuento de todas sus tiras favoritas de All Might. "Sasaki-san, mamá, Kaname-san, Sushi-san, Tokage-san, Tokoyami-san, Kirishima-san, Bakugou-kun" Recordar a todas esas personas lo hizo sentir mejor. Intentó controlar el temblor de sus manos y le costó, pero pudo detener el frenetismo de este en su totalidad y trató de reincorporar la vista. Logro estabilizarse y entonces escuchó como los presos de la celda de al lado abrían la puerta. —Solo saquemos su cuerpo, quiero llevármelo a mi celda para cogerlo después. Al escuchar eso, Izuku sintió la necesidad de soltar un soplido por el terror, pero cubrió su boca con sus dos manos para evitarlo. Segundos después, escuchó como el otro hombre caminaba lejos y el pecoso quería suponer que se había llevado al cadáver con él. Espero un rato a que el otro estuviera lo suficientemente lejos para volver a asomarse hacia la celda y ver que todos estuvieran ocupados. "Tengo que irme de aquí en este momento" Tomó una gran bocanada de aire y de inmediato echó a correr en dirección hacia la sección B. En cuanto atravesó la celda iluminada, pudo ver como uno de los hombres, uno de cabello rubio y largo, lo miraba. Aquel hombre se dio cuenta de que estaba ahí, por ello Izuku corrió a toda velocidad. De pronto la sección C se convirtió en un conjunto interminable de celdas con las luces apagadas y algunas otras encendidas. Corrió y corrió con el corazón latiendo tan rápido como él corría, o incluso más. Estaba cada vez más cerca de la sección B, podía darse cuenta porque la distribución de las celdas era diferente en cada sección. Siguió corriendo, ya estaba casi todo oscuro, pero el chico de pecas sabía que camino debía tomar. Podía sentirlo, aquella sensación de estar era cada vez más grande. A veces parecía que la mala suerte desaparecía por un tiempo y después volvía siendo mil veces peor. Cuando sintió como chocaba contra alguien y luego su cuerpo era sujetado y aprisionado con fuerza por un par de manos enormes, le dieron unas ganas de llorar inmensas. —Pequeño brócoli, hoy quería jugar contigo, pero te escondiste; aunque ahora estás aquí, como si quisieras buscarme. "No..." El pecoso trató incansablemente de soltarse del agarre de aquel hombre, pero las manos de este eran tan grandes que podían agarrar sus dos muñecas con una sola mano y apretar su estómago con la otra. Ese rubio gigantón sabía que Izuku estaba herido y se aprovechó de eso para lastimarlo y poder llevarlo contra su voluntad hacia la celda en la que se estaba divirtiendo con los demás. _____________________ _____________ ______ —Oh, ¡Midoriya va a unirse! "No quiero..." —Tengo tantas ganas de llenarle la cara con mi semen. "No lo merezco... no, no lo merezco... ¿o sí?", comenzó a dudar. —Que bueno es tenerte aquí— habló un hombre de cabello castaño, el mismo de las duchas de ese mismo día. Se deshicieron de la ropa de Izuku en un instante. Todo ese grupo de hombres había extrañado ver ese delgado y pequeño cuerpo que el chico de cabellos verdes tenía. Izuku empezó a ser tocado en todas partes. Recibía caricias en la pelvis, las piernas y el pecho, también empezaron a masturbar su pene, el cual aún se encontraba un poco lastimado por su visita al ala dos. El pecoso trataba con todas sus fuerzas reprimir sus gemidos, hasta que un par de dedos fueron metidos en su ano y no pudo contener el jadeo y los demás ruidos desagradables que le provocaba la actividad sexual y la inevitable exitación. Mientras el grupo de hombres disfrutaba de su cuerpo, Izuku sentía como si se estuviera rompiendo. "Todas las veces que intente levantarme, entonces van a golpearme con más fuerza" Empezó a llorar delante de todos los presentes. No podía evitarlo, había vuelto a sentirse extremadamente miserable. Caras con sonrisas maliciosas, manos tocándolo en todos lados y un terrible dolor en el pecho que se lo estaba comiendo vivo. De pronto sintió como el hombre castaño insertaba su erecto y desagradable pene en su entrada anal mientras abría sus piernas a todo lo que estás podían ser abiertas. —¡Aaah! Empezó a darle embestidas con tanta fuerza que le provocaba dolor. El pequeño chico que era abusado, solo lloraba por lo terrible que era todo aquello. Sabía que no había forma de escapar de esa situación porque lo superaban en número y también en fuerza. Se arrepintió de no haberse quedado en su celda, pero es que por segunda vez creyó que iba a conseguirlo. "Mi única utilidad es ser un agujero para dar placer a otros...", reafirmó, con todo el dolor que parecía nunca acabar. En todo su dolor, de repente vio como un gran tubo de metal golpeaba la cabeza de su principal violador, dejándolo en el piso. —¡Escuchen, imbéciles!, ¡si se meten con Pecas, se meten conmigo! "Kaname-san..." Sí... aún se acordaba perfectamente. Kaname había dicho las mismas palabras que dijo Daisuke en ese momento. El resto de hombres miraron al tubo flotante confundidos y a la par enojados, mientras que el castaño se levantaba. —Hace tiempo que no sabía nada de ti. Vaya que te escondiste muy bien, Kaname. —¡Pecas!, ¡¡¡corre!!! De inmediato, Izuku se levantó y trató de correr, pero las grandes manos del rubio de cabello largo se lo impidieron. Deku luchó para soltarse, no duraría en morder si era necesario, pero el rubio tenía una ventaja en fuerza y tamaño que no le permitió escapar. Kaname estaba desesperado, puesto que solo se lanzó a atacar con la única arma que tenía. Estaba rodeado y todos se le fueron encima. El hombre invisible fue inmovilizado de las manos y los pies, los cuales fueron bastante difíciles de encontrar. —¡Kaname-san! El rubio acomodó a Izuku salvajemente en una de las camas de la litera, justo en la de abajo. Pero Pecas ya no se preocupaba por él, estaba alarmado y asustado porque veía como los demás hombres golpeaban al aire, pero realmente era Kaname porque podía escucharlo quejarse y soltar uno que otro grito por el dolor. —¡Kaname-san!— gritó. Con la vista borrosa, Kaname podía ver a Izuku acostado en la cama, mientras lo miraba con susto y tristeza. "Soy un inútil, perdóname, Pecas" —¡Kaname-san! Izuku se sentía tan impotente. El hombre que lo acorralaba había empezado a violar su interior. Deku pudo ver cómo el hombre castaño sacaba una navaja y se acercaba a donde se suponía que se encontraba Kaname. —Odio las interrupciones. Nos la estábamos pasando genial con Midoriya y tú llegaste a interrumpir. —¡¡¡NO!!!!, ¡¡¡POR FAVOR!!!— gritó Izuku porque sabía lo que pasaría después. —Pecas... "¡¡¡A Daisuke le pasó lo mismo!!!, ¡¡¡no de nuevo!!!, ¡¡¡no otra vez!!!" Vio como el hombre clavaba la navaja en donde debía estar Kaname y escuchó como su voz gritaba desesperadamente. —¡¡¡KANAME-SAN, TU DIJISTE QUE NO TE MORIRÍAS!!! Izuku no paraba de llorar. Tenía el rostro empapado, su corazón latía con fuerza y estaba al borde de un ataque de pánico. —¡Pe-cas!— habló adolorido. —¡¡¡POR FAVOR NO LO MATEN!!!— suplicó al hombre castaño. —Ohhh— le respondió el cabello café —¿Quieres que se una a nosotros entonces? Izuku asintió en medio de lágrimas y sollozos. Porque era la única forma de salvarlo. —Está bien, si me lo pides con esa expresión no puedo decirte que no, pequeño brócoli. Kaname recibió un desgarre superficial en la piel de su hombro, solo que no podía verse. Le ardía mucho y también sangraba, pero no era tan grave. —Hace tiempo que no jugábamos con este hombre invisible porque es muy bueno escondiéndose, pero gracias a ti podemos dejar que se nos una una vez más— le dijo el rubio a Izuku. El rubio salió del cuerpo del pequeño pecoso y se aproximó hacia Kaname mientras que el castaño se acercaba a pecas. —¿En donde carajo está tu trasero? El resto de hombres se dispersaron, la mayoría se fue con Izuku, pero otros más se quedaron con Kaname. ------- Izuku Midoriya estaba siendo abusado por varios orificios de su cuerpo. Estaba acostado encima del castaño mientras este le daba caricias y lo penetraba, a su vez, un segundo hombre ubicado encima de él se encargaba de meterle su pene también. Nunca había tenido a dos hombres así, siempre solían turnarse para alargar más todo, pero ahora sentía como su entrada era abierta y dilatada en extremo por los grandes trozos de carne de aquellos tipos. Era una sensación un tanto similar a otra que quería olvidar. Como estaban en el suelo ahora, un tercer hombre se acomodó entre los otros dos para obligar a Izuku a hacerle una felación. Era asfixiante la forma en la que el miembro de ese repugnante hombre le llegaba hasta la garganta y sentir los golpes que le daba cuando lo mordía por accidente hacía todo mil veces peor. Kaname observaba todo lo anterior sin poder hacer nada, puesto que él estaba siendo violado por el hombre rubio de cabello largo. Una noche llena de lamentos y dolor aconteció al inicio del fin de sus días agradables en las vidas del par de individuos miserables. El cuerpo de Izuku fue arrojado al suelo y después el grupo de hombres se marchó de la celda. Kaname estaba ahí también, él se encontraba sentado en el suelo, pero en cuanto los demás se fueron no tardó en correr hacia dónde Izuku. —¡Pecas!, ¡pecas, responde! —Estoy bien... Ka-name-san— dijo con pesar. Kaname fue en busca de la ropa del chico y  delicadamente lo ayudó a vestirse. —Ven, pecas, descansemos un rato. Ayudó a Izuku a levantarse, prácticamente lo llevó cargando hacia la cama de abajo de la litera y lo acostó con cuidado en el colchón. —¡Por favor perdóname!,¡intenté ayudarte pero no pude hacerlo!— Kaname se disculpó con un nudo en la garganta —¡Debí dejar que te quedaras en mi celda y después veía como nos arreglábamos para que regresaras a tu celda a primera hora! La voz de Kaname sonaba triste y llena de arrepentimiento. —¡Perdón, pecas! Izuku no le dijo nada, solo se quedó buscando su figura con la mirada en medio de la penumbra de la madrugada. Unos segundos después, suspiró y empezó a hablar: —Siempre estuve culpándome por la muerte de Daisuke. Pensaba que si yo no hubiera accedido a ir con él entonces nada hubiera pasado, pero no fue mi culpa... —¿Pecas? —Kaname-san, no me pidas perdón. Suenas como si fueras culpable por esto y no es así. —Debí llamar al reptil en ese momento... "Yo debí esperar a alguien más, no debí de tomar esa navaja, pero ya no puedo cambiarlo" —Kaname-san... tú no lo pensaste dos veces y corriste a ayudarme, justo como Daisuke. Izuku juntó la poca fuerza que le quedaba para sentarse en la cama y mirar hacia dónde sentía a Kaname. —Ese día Daisuke fue contra Ryuichi para defenderme, no porque creyera que yo era patético, sé que él nunca pensó eso de mí. Él fue a ayudarme porque éramos amigos y los amigos se apoyan en cualquier situación, como Kirishima-san dijo. Kaname desvió la mirada, odiaba sentir ganas de llorar. —Kaname-san... lo único que tú hiciste fue ser un buen amigo, no me pidas perdón por eso. Todo se quedó en silencio e Izuku sintió como unas pequeñas gotas caían en sus manos. —¿Estás llorando? —No... hay goteras aquí, es todo. Izuku no se esforzó en contener sus lágrimas. —Kaname-san... llorar es para los idiotas débiles como yo, no debes hacerlo— sollozó. —¡Soy un maldito idiota llorón entonces! Izuku empezó a llorar aún más fuerte. —Gracias, ¡me sentía perdido hasta que apareciste tú...! —Pecas, ya deja de llorar. —Pero tu también estás llorando. ------------------- Una de las tantas "reglas" de la prisión, es que no se pueden tener amigos.

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