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Disclaimer: Este es un fanfic sin fines de lucro, algunos personajes pertenecen a Kohei Horikoshi, pero la historia es de mi propiedad.
Un pálido Izuku se encontraba en el patio de receso con Todoroki.
Mientras tanto, el resto de presos hacían sus actividades de todos los días, como intentar apuñalarse.
- ¿P-Por qué los guardias no los detienen...?
—Te dije que aquí no hay reglas. Eso que ves es un juego, ver quien apuñala primero a quien.
“¿Juego...?”
—¿Sabes algo, Midoriya?, tienes muy mala suerte. No solo por el simple hecho de ser tu
—¿Qué?
—La celda en la que te encuentras.
—¿Ah?, pero si estoy solo...
—No estarás así por mucho tiempo
—¿Voy a tener un compañero?
—Sí y no es precisamente el más agradable de toda la prisión.
💣🔥💣🔥💣
El tiempo de receso había terminado, al igual que la hora de comer. Izuku no había comido nada porque su estado de ánimo estaba muy bajo. Durante la comida solo recargó su cabeza en la mesa mientras Todoroki estaba con él.
Ahora estaba acostado en la cama de su celda, observando hacia la nada.
—Prisionero trescientos cuarenta y seis, a tu celda correspondiente —apareció de repente un guardia al que no había visto antes.
—De vuelta a esta pocilga— dijo el preso que lo seguía
El guardia abrió la puerta y el preso entró a su confinamiento.
—Maldita basura. Escucha bien, Bakugou, si vuelves a matar a tu compañero de celda no podrás regresar aquí y volverás a la celda de castigo, pero por veinte malditos años.
—Tal vez al próximo que mate seas tú, Aizawa— amenazó con una sonrisa malvada en el rostro
—Inténtalo, a ver si puedes
"¿Mató a su compañero de celda?", Izuku se puso alerta.
Antes de irse el guardia dijo...
—Ah, por cierto, tienes un nuevo compañero de celda
Deku se sobresaltó y se golpeó por accidente con la cama de arriba.
A Bakugou se le infló una vena en la frente.
—¡MALDITO AIZAWA DE MIERDA!
El explosivo chico le dirigió una mirada asesina.
—Intenta no matarlo— Le dijo en tono de burla para luego irse.
El chico rubio con cabello desordenado y ojos rojos se acercó amenazante hacia el.
—Te mataría, pero no tengo ganas de que le agreguen otros veinte años a mi maldita condena, así que por el momento no lo haré.
"¿Por el momento?"
—¡Escucha con atención, escoria, porque no pienso volver a repetirlo!
— T-Te escucho...
—La litera de arriba es mía, y la de abajo también. No puedes dormir en ninguna de las dos, no me importa en dónde vayas a dormir. No quiero verte usar el mismo baño que yo, así que no lo usarás, solo cuando yo esté dormido.
Daba la impresión de ser hostil, malhumorado y con ese cuerpo tan imponente seguro podría matar a alguien muy fácilmente.
—No hables, no molestes. Mientras te quedes callado sin hacer nada todo estará bien. Si haces algo que no me guste, ¡TE MATO!, ¿entendido?
Izuku asintió, sin saber que con ese simple gesto no había pasado la prueba; aunque ni siquiera sabía que había una prueba.
Bakugou era así, siempre tomándose el lujo de juzgar si alguien merecía vivir o no, si alguien tenía potencial o no.
Repentinamente el rubio sacó una gran explosión de su mano derecha, asustando a Izuku y haciéndole ver cual era su particularidad.
Bakugou se subió a la cama de arriba y se puso cómodo mientras Midoriya solo lo observaba con miedo.
—No se por qué carajo Aizawa te puso conmigo, ¿eres un condenado a muerte?
—No
—¿Cómo te llamas?
—Soy I-Izuku Midoriya...
Lo miró confundido. El nombre no le sonaba de ningún lado.
—¿Particularidad?
—No tengo una
—¿Qué hiciste?
—Nada... yo en realidad soy inocente...
Bakugou soltó una carcajada.
—Claro, eso dicen los cobardes cuando los encuentran luego de haber apuñalado hasta la muerte y haber disfrutado del sufrimiento de otras personas. Si estás aquí es porque eres parte de la peor escoria del país, ¡así que no me vengas con esa mierda de que eres inocente!
Izuku bajó la mirada.
—De verdad que yo no lo hice —susurró, sin ser escuchado por el otro
—Aunque no te ves del tipo que cometería un crimen. ¿Le hacías bullying a alguien y lo mataste por accidente? Tampoco, tú eres de esos de los que todo el mundo se burla.
—Sí, todos se burlaban de mí...
—Bueno, muérete, no me interesas. Ahora, mantente callado si no quieres terminar como mi primer compañero de celda.
Izuku se quedó sentado en el piso sin articular palabra alguna. Parecía que aquel preso no le haría nada si hacía lo que decía, eso era bueno.
"El día de mañana también estaré aquí... y pasado mañana, y pasado pasado mañana... y el próximo mes"
Al principio no prestaron mucha atención a ellos mismos. Izuku tenía otros problemas y sentía un enorme dolor, y Bakugou lo veía como alguien insignificante que moriría en los próximos días, ya que ni siquiera refutó cuando le prohibió usar la cama.
Nunca se imaginarían que esa persona cambiaría su vida por completo.
