3. Tienes derecho a guardar silencio
- Vale Drops
- 27 ago 2019
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 6 sept 2019
Disclaimer: Este es un fanfic sin fines de lucro. Ciertos personajes pertenecen a Kohei Horikoshi pero la historia es de mi propiedad
(La imagen de este episodio fue hecha por DesmyTool)

Capítulo 2: Tienes derecho a guardar silencio
Izuku despertó de repente, asustado por los golpes que los guardias daban en los barrotes.
—¡Levántense, malditos holgazanes!
—¡Oye tu, el nuevo, despierta!— lo llamó un guardia
Izuku lo miró asustado y de inmediato se levantó y empezó a vestirse.
El guardia abrió la puerta y le dirigió una mirada furtiva.
—¡A las duchas, pedazo de porquería!
—Sí...
Salió de su celda y vio todo el desorden que los presos armaban.
Golpeaban a los guardias, se pelaban.
Había alguien apuñalado en el piso, ¿quien fue?, quién sabe.
"Daisuke-san... ¿qué clase de lugar es este?”
Era peor de que esperaba.
—¡Camina!— el guardia le dio un empujón y después lo guió hacia los baños.
Ahora estaba ahí, frente a un montón de regaderas.
Se encontró con montón de hombres con caras intimidantes y cuerpos fuertes, algunos tatuados, otros peludos y otro más que se veían joevenes.
—Las toallas están acá. ¡Muévete!
Agarró una toalla y buscó una regadera que estuviera disponible.
Su presencia llamó la atención de todos los presentes.
Algunos lo miraban con malicia, otros con lastima, otros más le dirigían miradas lascivas. Izuku trataba de ignorarlos, aunque sus nervios iban en aumento.
No encontraba ninguna regadera, la única disponible era una que estaba justo en medio de dos hombres con una muy mala cara.
—¡Oye tu!, ¡el del cabello verde!—le habló uno de los hombres intimidantes —Aquí hay una regadera, ¿por qué no la usas?— su tono de voz también era intimidante —Ven, ¿qué estás esperando?, ¿quieres que vaya por ti?
Deku tragó saliva y miró hacia los lados. No parecía tener otra opción, pero se negó a avanzar.
No le sirvió de nada porque el preso intimidante fue por él y lo llevó hacia la regadera a la fuerza.
Frente a los grises azulejos, comenzó a quitarse la ropa, sintiendo como las miradas de todos lo devoraban vivo.
Era demasiado incómodo, se puso muy nervioso.
Puso su ropa cerca de la regadera y fue a bañarse.
El agua estaba fría, intentó nivelar la temperatura, pero no podía.
De pronto escuchó que algo se había caído.
—Se me cayó el jabón.
Sabía que iba a ser presa fácil en las duchas, pero no creyó que lo sería tan rápido. En realidad había tenido una pequeña esperanza de salir ileso, pero se rompió de inmediato.
—Oye, ¿me pasas el jabón?
—Ah...— miró hacia abajo, ahí estaba el jabón, justo en sus pies.
—¡Agarra el puto jabón!
—P-Puedes usar el mío...
Se dispuso a pasarle el jabón al tipo, sin embargo sintió como una mano comenzaba a acariciar su espalda baja y tan repentino contacto lo hizo retorcerse y tirar el jabón por accidente.
Izuku sintió ganas de llorar cuando vio los dos jabones tirados en el suelo y sintió como la mano del otro sujeto bajaba cada vez más.
—Levanta el jabón.
Aquella voz era tan intimidante que se sintió forzado a hacer lo que decía.
Intentó preparase mentalmente, pero nadie está preparado para ese tipo de cosas.
Todos los demás habían desviado la mirada, a excepción de unos cuantos que querían ver el espectáculo que se aproximaba.
Se agachó rápidamente y agarró el jabón.
Aunque ya era muy tarde.
Sintió una salvaje invasión en su interior.
Era como si estuvieran partiéndolo en dos, así se sentía... Era doloroso.
El pene de un hombre desconocido se hacía paso en su orificio anal, velozmente y sin cuidado.
—¡Ah!
Comenzó a ser penetrado por aquel gigantón, que se movía salvajemente y sin cuidado en su interior.
El chico lloraba y se quejaba, le ardía, era insoportable.
Como Izuku era muy pequeño, pudo cargar su cuerpo con facilidad.
—¡B-Basta! ¡V-Voy a llamar a los guardias!
—Tienes derecho a guardar silencio— le dijo el hombre que se encontraba a un lado, observado la escena mientras se masturbaba.
De inmediato Izuku sintió extrema repulsión y una enorme impotencia.
—¡Ah!
Por mucho que forcejeara, el otro hombre era demasiado fuerte.
—Es tu primera vez ¿verdad?
—¡D-Deténgase!, por favor... ¡Basta!, ¡no!, ¡¡ayuda!!
Los demás reclusos salían hacia el comedor ignorando lo que estaba pasando, incluso si Izuku miraba hacia todas direcciones, a nadie parecía importarle, a excepción de un grupo de cuatro que observaban con mucha atención.
—Deberían compartir, si no quieren que mañana les habrá el estomago con una navaja— los amenazó un hombre castaño
—¡No!, ¡no!, ¡no!, ¡suéltame!, ¡basta!, ¡¡no!!, ¡¡por favor!!
Lloraba pidiendo que se detuviera. No soportaría más ser penetrado, su cuerpo no lo aguantaría, no quería.
Estaba siendo violado y lo único que podía hacer era llorar y suplicar.
—Adelante, es todo tuyo— dijo el hombre que lo cargaba.
Salió rápidamente de las cavidades del pequeño chico y lo tiró al piso como si de un juguete se tratara.
El hombre castaño se colocó encima de él y lo tomó de las mejillas.
—Mira la cara que tiene, ¡está muy asustado!— dijo uno de los mirones
—¡P-Por favor no...!
Rogó más, tenía tanto miedo que incluso temblaba.
—Me gustan sus pecas, me dan ganas de arrancárselas
Aquel comentario lo aterró por completo, la idea de que esos hombres lo desollaran vivo era impensable.
El intimidante hombre castaño abrió sus piernas con brutalidad, dejando a la vista de todos las partes más íntimas de Izuku.
Veía la imagen de un inocente chico desnudo, quien lloraba tirado en el suelo. El preso nuevo tenía un cuerpo esbelto, su piel mojada por el agua de las regaderas lo incitaba a tocarlo, quería hacerlo suyo por la fuerza.
En la mente de un retorcido enfermo despreciable, Izuku debía ser violado por todos lados, su deseable cuerpo lo ameritaba.
Tras levantar más sus piernas, pudo ver mejor el pequeño ano del chico que se encontraba levemente inflamado, definitivamente lo cogería hasta dejarlo sangrando.
Mientras el pobre Izuku lloraba y gritaba, el hombre le metió los dedos y empezó a tocarlo sin cuidado.
—¡Ah! N-No... ¡No!, ¡no!, ¡basta!, ¡¡YA BASTA!!
La bola de hombres que lo rodeaba se masturbaban con impaciencia, pues morían de ganas por qué fuera su turno de "usarlo".
Los dedos de aquel hombre le provocaban un dolor intenso. Izuku estaba completamente asqueado.
Quería que alguien yo ayudara. No soportaría más tener a esa bola de mal nacidos mirándolo y tocándose frente a el.
Pensó que no podría ser más repugnante, hasta que uno de los hombres soltó todo su oloroso esperma en su cara. Luego los demás le eyacularon encima también.
—¡Ya deja de jugar con él!, ¡méteselo de una maldita vez, imbécil!— le exigió uno de los presentes
—De acuerdo— sacó sus desagradables dedos, mostrando lo húmedos que se encontraban tras haberlo tocado —Vamos a hacer algo mucho mejor. ¡La verdadera diversión empieza aquí, preso nuevo!
Sin previo aviso el hombre metió su gran pene en el, haciéndolo gritar del dolor.
—¡AAAAAAH!
Anteriormente los dedos del sujeto le habían pellizcado, era probable que le hubiera causado una fisura o alguna herida, pues la penetración se había vuelto mucho más dolorosa que antes.
—¡Que apretado!
Siguió moviéndose con total libertad, gozando del dolor del menor al que violaba salvajemente.
El apretado interior de Izuku se contraía por el dolor, provocando más placer al violador.
—¡AH!
"Alguien ayúdeme..."
No contuvo las lágrimas que caían de sus ojos.
Sollozaba y dejaba salir quejidos de insoportable dolor.
Asomaba un poco de sangre por su orificio, le ardía mucho.
Mientras el castaño disfrutaba la desgracia del chico, no se dio cuenta de que otro muy peculiar los estaba observando.
—¿Con que abusando del nuevo? - habló, saliendo de su escondite
—No molestes, o si no...— dijo el abusador a aquel que los observaba.
—¿O si no qué?
De pronto salieron disparadas unas feroces llamas, quemando la espalda de quién abusaba de Izuku.
—Eres un hijo de perra!— insultó mientras intentaba tolerar el ardor.
De inmediato dejó de penetrar a Midoriya y molesto, se dirigió hacia el nuevo sujeto.
—¿Qué me vas a hacer? ¿Violarme?— le preguntó el chico nuevo, tenía una extraña apariencia bicolor.
—Que asco me daría
Intentó atacar al misterioso chico, pero este usó su particularidad una vez más, para dejarlo inmóvil en una gruesa capa de hielo. Luego los demás sujetos fueron congelados también.
Izuku observaba confundido al chico de cabello rojo con blanco y ojos heterocromáticos.
Estaba asustado, no sabía si él también le haría daño, por lo que intentó levantarse y huir, pero no pudo porque estaba débil y adolorido.
—No te lastimaré, no te alteres.
Aquel chico se veía muy sereno, tenía un aura muy fuerte, lo incitaba a no tener miedo.
Izuku se levantó adolorido y con pesar.
El otro chico le pasó su ropa y una toalla.
—Debió ser duro para ti, pero ellos recibirán su merecido, te lo aseguro.
Lo miró a los ojos y de inmediato recordó a Daisuke.
Izuku comenzó a llorar con fuerza, se quebró y estalló frente al chico bicolor.
—¡Duele mucho!, ¡quería que se detuviera...!
—Está bien, debes llorar. Déjalo salir o te hará mal.
Fue abrazado por el de ojos de dos colores y siguió llorando.
Había sido horrible... Tan traumante y terrible, Izuku se sentía fatal.
Siguió llorando un rato más hasta que los ojos le ardieron, después ese chico misterioso se lo llevó al comedor.
En el comedor se sentaron a unas mesas y el chico más alto le llevó comida.
—¿Ya te sientes un poco mejor?
No obtuvo respuesta.
—Come, necesitas recuperar fuerzas.
Izuku asintió con los ojos llorosos y dio un bocado al puré de papa de su plato.
—N-No te he dado las gracias por salvarme... Yo... Te lo agradezco mucho, en serio...
Recibió una sonrisa como respuesta.
—Eres diferente al resto, tú pareces una buena persona. No me lo agradezcas.
El pecoso no respondió, solo trató calmar sus ganas de llorar.
—Eres como un conejo en medio de una manada de lobos hambrientos...
—Yo... Creo que siempre he sido así...
Aún estaba un poco asustado, no sabía qué hacer, solo se sentía mal.
— Lamento la rara comparación. Soy Shoto Todoroki, no me presenté antes
—Ah... soy Izu-
—Izuku Midoriya ¿cierto?, todos hablan de ti.
—Ah...
Aunque todos lo conocían como el "conejito" nuevo, Todoroki siempre estaba bien informado sobre quien salía y quien entraba a la prisión.
—De seguro ya lo sabes, pero tienes que cuidarte o si no te van a hacer cosas horiibles.
—Si...
Lo sabía desde que puso un pie en ese lugar, pero no sabía qué hacer para defenderse. Todos eran más grandes que él, ese policía le había mentido.
—Creo que voy a morir aquí...— susurró
"Preferiría mil veces seguir soportando al idiota de Ryuichi que seguir aquí"
—Puedes pagarle a alguien para que te proteja, eso hacen muchos
—Podría...
"No tengo dinero"
—Creí que los guardias vendrían a vigilarnos, pero aún hay personas comiendo —dijo para desviar el tema
—No te dejes engañar por la imagen que dan los medios sobre esta prisión. ¿Reglas?, en este lugar solo hay violencia y aberraciones. Considera a este lugar como el bajo mundo.
—¿Cómo es que un lugar así sigue en pie...?
—Midoriya... bienvenido al mundo real. Sé que este lugar da miedo, pero yo te puedo guiar para que no la pases tan mal.
Shoto Todoroki es uno de los presos más imponentes de toda la prisión Fuchu. No solo por sus "contactos", él ha sabido ganar su lugar con su poderosa particularidad.
—Gracias... otra vez
—Para la cena haré que comas algo mejor, no como ese asqueroso puré
—N-No quiero deberte nada..... no es necesario.
—Descuida, no tengo problema con eso. Será tu almuerzo de bienvenida.
"¿En este lugar podría haber una buena persona...?”
—Cuando salgamos al patio de receso ¿te gustaría estar conmigo?
—Sí...— dijo inseguro, no sabía qué hacer.
Tal vez podía confiar en aquel chico.
Vio en Todoroki la posibilidad de tener un aliado.
Aunque sentía que iba a colapsar del dolor, ante él aparecía una ligera ayuda que significó todo en ese momento.
Todavía recuerdo cuando amaba a Todoroki por sus lindos tratos, pero está más que claro que la vida es una mierda, la gente es mala y te engaña y eso me tocó aprenderlo a puros golpes de la vida. Por eso amo más está historia porque ya crecí un poco más y madure y entiendo más sobre está maravilla historia. Es muy real, eso me encanta porque sufro junto a Izuku.
¡Ay no!! Cada vez que leo este fanfics sufro
Cada vez que recuerdo esta parte, me pongo algo sad :"(
Pero apesar de todo me gustó el capítulo :)
Merece cada segundo de espera <3