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16. Sin excepción

Disclaimer: Este es un fanfic sin fines debe lucro, algunos personajes pertenecen a Kohei Horikoshi, pero la historia es de mi propiedad.
Advertencia de contenido: El siguente capítulo contiene escenas de violación, tortura y parafilias relacionadas con orina, vómito y materia fecal.

📷

Cuando vio por primera vez el expediente de Izuku Midoriya, supo que debía hacerlo suyo.

La prisión era un lugar frío, lleno de personas despreciables, alguien como él tan solo quería un poco de calidez y placer, un sentimiento que anheló desde que tuvo memoria, por ende, siempre mostró desinterés ante los asuntos entre líderes de ala; tan solo se daba a respetar porque de no hacerlo sería problemático.

Por eso pensó que Midoriya podría ayudarlo, finalmente alguien llamaba su atención. 

Había estado pasando por periodos de apetito sexual severos, así que pensó que usaría al chico, así como usó a uno que otro preso que le parecía lindo en el pasado.

Pero con el chico pecoso las cosas resultaron ser muy diferentes.

Ese día que fue al ala uno para conocerlo, aprovechando que Bakugou estaba en aislamiento, ese día su perspectiva cambió por completo.

Lo ayudó en los baños porque no quería que nadie más tocara a su nuevo chico.


Y entonces lo miró a los ojos…



Sus ojos eran suplicantes. Estaban llorosos y rogaban por ayuda, suplicando que nadie le hiciera daño.

Él estaba tan indefenso y tan asustado...


Justo como él. 



Pudo ver su propio reflejo en esos ojos verdes.

Después el chico lloró en sus brazos, vaciando el dolor de su solitario corazón.

No podía creer lo que había encontrado. Alguien igual a él, mirando como un niño indefenso, como las cosas malas consumen todo su ser... llorando y suplicando por ayuda.

Alguien que tan solo quería ser protegido, que quería ser amado.

Pensó que Izuku quería que lo amaran y Todoroki quería alguien a quien amar.

Así que le demostraría cuanto lo quería, todas las veces que le fuera posible.


 

Se encontraban solos en la biblioteca.

Izuku se acomodó con sus brazos apoyados en la mesa y cerró los ojos, mientras Bakugou leía el tomo número tres de 'My zombie academia'

"En cuanto tenga a Todoroki a mi lado todo empezará a cambiar...” pensó 

Estaba muy emocionado porque el día de ejecutar sus planes para conseguir su objetivo: Sueño americano, por fin había llegado. 

—Una vez que mi integridad esté asegurada tengo que seguir trabajando; voy a cancelar mis tratos con Kaname y comeré mis raciones normales, como debió haber sido desde un principio. Recuperaré mis fuerzas y ayudaré en la enfermería, pero no puede ser mi única fuente de ingresos— El peliverde había empezado a susurrar sin darse cuenta. —Obtener dinero sin hacer nada ilegal puede resultar muy difícil en este lugar... me pregunto si Todoroki-kun podría ayudarme con eso también... además aún necesito ver cómo me las arreglaré para conseguir a algún detective privado que me ayude a demostrar mi inocencia, la pregunta es ¿cómo lo contactaré? ¿Será difícil?

—¡SI NO TE CALLAS DE UNA MALDITA VEZ VOY A ARRANCARTE LA LENGUA Y VOY A HACER QUE TE LA TRAGUES!— le gritó el rubio muy enojado.

—¡Perdóname! E-Es un viejo hábito... no puedo evitarlo.

Bakugou le dirigió una mirada furtiva y luego volvió a concentrarse en su manga.

Izuku se levantó y empezó a husmear entre los libros sin buscar algo en particular, solo para disimular su presencia.

—¿¡Planeas estar aquí buscando como estúpido todo el día!?

—No... 

—¿¡Entonces por qué no te largas de una maldita vez!?

El pecoso tragó saliva y sacó valor de quién sabe dónde para decirle:

—Y-Yo... realmente estaba esperando a que tú te fueras...

El rubio cerró su manga de golpe y se aproximó hacia él para acorralarlo entre el librero, como un carnívoro atrapando a su presa.

—¿Qué fue lo que dijiste?— su profunda mirada asesina había devorado a su valentía de un solo bocado.

Era la primera vez que veía a Bakugou directamente a los ojos, por supuesto que tenía miedo.

Intentó desviar la mirada, pero el rostro de Bakugou estaba tan cerca del suyo que parecía obligarlo a mirarlo.

—N-Nada... no dije nada... y-ya me voy...— intentó escapar del rubio, pero este lo tomó de la frente con sus grandes manos y lo azotó con fuerza hacia el librero de madera.

—¿¡Qué planeabas hacer en cuanto yo me fuera!? 

—¡Ah...! ¡N-Nada! Solo...

"Podría... ¿decirle? Tal vez no me lastime si se lo digo...”

No le daba ni una pequeña pizca de confianza contarle, pero no tenía otra opción, pues tenía sus manos en la cabeza: su principal arma de defensa para liberar explosiones.

—Bakugou... — tragó saliva y miró al otro chico a los ojos, sintiendo como estos intentaban tragárselo en ese profundo carmín, pero se negó a ceder —Tú... ¿puedes guardar un secreto? 

Estando solo a un paso de actuar, no podía detenerse por nada del mundo, ni siquiera por Bakugou.

—¿Eh?

—Bueno... yo... — tomó las muñecas del chico y las alejó de su frente con suavidad —Solo vine a buscar algo... — el más alto se soltó de su débil agarre de un jalón y se alejó lo suficiente del pecoso como para dejarlo ir.

—El dinero que tú me diste por aquella caja... es muy importante para mí.

Izuku se acercó al librero más grande de todos y con sus flacos brazos intentó despegarlo de la pared.

Con todas sus fuerzas re acomodó el  mueble a unos cuantos centímetros lejos de los blancos muros y metió la mano por el hueco que ahí se formaba.

Buscó con sus dedos hasta encontrar su preciado libro; lo sacó y lo dejó a la vista de Bakugou.

-Reglamento de reclusorios y centros de readaptación de Shizuoka- 

—¿Para qué quieres esa mierda?

—Es mi "caja fuerte" improvisada— colocó el libro en la mesa y lo abrió para mostrarle el contenido a Bakugou.

En diversas páginas se encontraban distribuidos varios billetes que resultaban en una gran suma de dinero. 

—Nadie viene a este lugar más que tú y yo y nadie buscar este libro nunca— por eso ese era su escondite perfecto —He estado ahorrando desde que empezó el invierno y hoy conseguí el dinero suficiente. Solo... vine a recogerlo, es todo.

Bakugou no le dijo nada, se limitó a observar nada más, sorprendido de sus acciones.

—Yo... tengo todo este dinero ya. Mi trabajo... rindió frutos.

—Sí, parece que por fin lo conseguiste, fracasado— soltó el más alto.

Izuku sonrió y lo miró, con sus verdes ojos llenos de esperanza. 

Estaba tan feliz que incluso creyó que estaba soñando.

"Sobreviví a Tomura y a la hipotermia para esto..."

—Quiero agradecerte otra vez por haberme dado aquel dinero, Bakugou. Me ayudó como no te imaginas.

Su curvada sonrisa y su calmada mirada llena de anhelo... era una expresión nueva. Una faceta que nunca antes le había visto y

no le parecía desagradable.

La delgada figura de Izuku, su baja estatura y sus mejillas con pecas... se veía tan frágil, pero también lucía decidido y seguro de sí.

—Soy inocente... y lo demostraré, Bakugou.

"Hijo de perra”, pensó Bakugou emocionado.

Quería ver que sucedería.

Sin desviar la mirada, ni jugar con sus dedos, el chico tomó su dinero y lo escondió entre su ropa para dirigirse hacia la puerta con la frente en alto.

—¿A dónde irás con todo ese dinero?— le preguntó el rubio antes de que se fuera.

Izuku se quedó callado por unos segundos, luego asintió con la cabeza y habló muy contento...

—Con Todoroki.

Bakugou sintió como si el tiempo se hubiera parado mientras asimilaba la situación.

Se quedó inmóvil mientras veía al chico salir de la biblioteca. El sonido de la puerta al cerrarse le provocó una extraña sensación que no sabría describir.

Regresó a su lugar en la silla y continuó leyendo su manga, pero sin prestarle atención realmente.

"Sí... ve con Todoroki, estúpido Deku"

Se sentía decepcionado.

La imagen de Izuku sonriéndole se quedó en su cabeza un rato; pensó que esa faceta se torcería en pedazos y recordó cómo quiso quitarle el dinero tiempo atrás, pero esa idea ya ni siquiera parecía tener sentido, no tenía iniciativa alguna de hacerlo.


 

Izuku logró salir del ala uno sin que le quitaran el dinero.

"No puedo creer que lo estoy logrando..." 

Comenzaba a desplazarse por los pasillos del ala dos en busca de su querido amigo bicolor.

—Oye, oye, no tan rápido, ¿qué mierda haces aquí? Si eres del ala uno, lárgate por donde viniste— le dijo en un tono amenazante un rubio de ojos grises quien había aparecido de repente —¿O acaso quieres morir?

Cada vez que entraba a un ala diferente era recibido por alguien desagradable, excepto en el ala cinco.

—Ah... n-no... yo solo estaba buscando a Todoroki...

—¿A Shoto Todoroki? 

—Sí, nosotros somos amigos y venía a pasar el rato con él.

El rubio soltó una risa sarcástica.

—Claro, yo soy muy amigo del imbécil de Bakugou. Lárgate ya o te destrozo el cuello.

Se negaba rotundamente a echarse para atrás luego de todo lo que había conseguido.

—Por favor, solo quiero ver a Todoroki-kun.

El otro chico le sonrió de una manera macabra, mostrándole todos sus dientes mientras que las arrugas en su cara provocadas por la mueca sonriente se marcaban cada vez más. Era inquietante.

Dio un paso hacia él, obligándolo a retroceder instintivamente. Podía sentir un aura hostil proveniente del rubio.

Antes de que se diera cuenta, el chico de ojos grises ya había invadido su espacio personal y lo acorralaba contra la pared.

—El ala uno está llena de estúpidos mafiosos, terroristas y violadores de muy mala calaña, también hay unos cuantos asesinos...— se acercó tanto a su oído que podía escucharlo respirar —¿sabes de qué está llena el ala dos?

—S-Sé que en su mayoría hay asesinos también...— le respondió un poco hiperventilado.

—No estás tan mal informado; la verdad es que aquí hay un poco de todo, pero esta ala es conocida por ser el lugar donde los presos enfermos mentales se reúnen cuando por fin los dejan salir de sus celdas de retención.

Izuku intentó tranquilizarse pensando que no había nada peor que los caníbales.

—Yo soy uno de ellos y ahora todo tu cuerpo está en mis manos. Vas a seguirme hacia mi celda y te quedarás callado, ¿de acuerdo?

—No... yo vine a ver a Todoroki...

Lo tomó por el cuello y lo presionó con fuerza mientras hacía una bizarra mueca de enojo.

—¿¡No comprendes el significado de mis palabras, pedazo de escoria!? ¡Date cuenta de tu situación!

Izuku luchó para librarse del agarre del rubio; ambos forcejearon y el pecoso le soltó un puñetazo al contrario.

"¡Acabo de golpear a alguien!"

Exitosamente logró quedar libre y no tardó en salir corriendo en busca de Todoroki.

Fue perseguido por el rubio, quién no dejaba de hacer muecas extrañas que asustaban.

—¡¡¡TE VOY A HACER PAGAR, ESTÚPIDO!!!

Continuó corriendo a toda velocidad, con muchas emociones dentro de él.

Por un lado se sentía absurdamente bien y lleno de adrenalina...

"¿Defenderse se siente así de bien...?"

Pero por otro lado estaba asustado; tenía que encontrar a Todoroki lo más pronto posible antes de que lo atrapara.


 

—¡¡¡Todoroki-kun!!!— escuchó como una voz extrañamente familiar comenzaba a llamarlo a gritos.

Se asomó por los barrotes de su celda y encontró a su adorable chico de cabello verde forcejeando con Neito Monoma.

—¡Midoriya!— levantó la voz, llamando la atención de ambos chicos.

Corrió rápidamente hacia dónde los chicos, provocando que el rubio se apartara al verlo.

—¿Qué haces aquí, Midoriya?

—Vine a buscarte, hay algo que quiero preguntarte.

Todoroki sintió que la alegría se desbordaba de sus labios.

Ignoró la presencia de Monoma instantáneamente y envolvió entre sus brazos a Midoriya.

—¿Cómo has estado?— presionó tiernamente su abrazo.

Todoroki era cálido y cariñoso, su contacto resultaba muy agradable para Izuku.

—Estoy bien— dijo apenado.

—No sabes cuánto me alegra verte bien. La última vez que te vi estabas enterrado en la nieve... creí que morirías.

—Eso es gracias a ti... tu me salvaste, Todoroki-kun...

—¿Has estado comiendo bien?— le preguntó mientras presionaba su estómago suavemente —Tu cuerpo está muy delgado.

—He mejorado mis hábitos alimenticios... 

Monoma los observaba intentando digerir la situación.

Sabía que el líder de su ala había encontrado a un chico que llamó su atención, pero nunca imaginó que se trataría de aquel peliverde.

Todoroki se alejó levemente de Izuku y lo miró a los ojos, a esos verdes ojos que tanto le gustaban.

—¿Te gustaría comer algo? La comida del ala uno es una tremenda porquería. Vamos al comedor para que comas algo de verdad.

"Realmente me muero de hambre..."

—V-Vamos...

Izuku pensó que no estaría nada mal dejarse consentir por Todoroki una vez más, así que accedió. 

—¿Y tú qué, Monoma?— Todoroki se dirigió al rubio.

—Ah... no, nada.

Todoroki e Izuku se fueron caminando mientras el rubio les dirigía una mirada furtiva.

"Carajo, tenía tantas ganas de matar a alguien..."


 

—Aquí está— le entregó un tazón de arroz con varias carnes y verdura —Disfrútalo.

—¡Se ve delicioso!— 

—Come.

—Gracias, Todoroki-kun.

Sin reparo empezó a saborear hasta el más pequeño grano de arroz.

Hace meses que no comía algo así, hace años que la vida no lo trataba tan bien.

Se convencía cada vez más de que podría salir adelante con la ayuda de su bicolor amigo.

—¿Y de qué querías hablar, Midoriya?

—Antes de eso, yo... bueno... quería agradecerte por haberme salvado de la nieve.

—No necesitas agradecerme.

—No, en serio... tú siempre me estás salvando de todo sin recibir nada a cambio, te debo mucho, Todoroki-kun.

—No me debes nada, yo te salvaré siempre que me necesites. Ahora vamos al asunto.

—Bueno... yo... también quería proponerte algo. ¿Cómo decirlo? ¿Una negociación?

—Te escucho.

—He recibido tu ayuda incontables veces y, como te dije... tú nunca recibes nada a cambio.

"¿Qué irá a proponerme este chico?"

—Por eso yo he estado pensando en lo que me dijiste sobre comprar protección.

"¿Acaso...?"

—Así que estuve trabajando muy duro en estos últimos meses y he juntado una enorme cantidad de dinero. Hoy vine a negociar contigo sobre protección para mí.

"Tal vez no tenga que contenerme"

—¿Aceptarías mis condiciones?

—¿Ah? Yo... te daré el dinero a cambio de la protección.

"Todo estará bien, puedo confiar en Todoroki-kun más que en las palabras de Bakugou"

—¿Entonces tú planeas pagarme para que te proteja?

"Él me dijo que todos en este lugar eran escoria, pero Todoroki-kun, Kirishima-san y la doctora Naomi son buenas personas, incluso Kaname..."

—Sí, esa es mi propuesta. Lamento causarte tantas molestias, pero eres el único con el que puedo contar para esto.

—Me alegra saber eso. Puedo ayudarte a qué dejen de molestarte en los baños y que nunca nadie más vuelva a tocarte.

—¿Estás bien con eso?

—Sí, por supuesto.

"No creí que este momento llegaría tan pronto"

"No creí que podría asegurar mi bienestar personal tan pronto"

—¿Sabes algo, Midoriya? Yo también tengo algo que decirte.

—¿Qué es?

—Verás, últimamente he estado muy ocupado y por eso no he ido a verte.

—No hay proble-

—Pero tengo una buena razón: ya desde hace varios meses he estado planeando algo muy importante para nosotros dos.

"De esta forma nunca te separarás de mi lado"

—He estado planeando tú traslado hacia el ala dos, para así cuidarte de todo.

—¿D-De verdad? Todoroki-kun... una vez llegué a pensar que podría trasladarme a esta  ala para estar cerca de ti.

—La verdad es una gran idea, pero lograr un traslado no es nada fácil, hay mucho papeleo que hacer y grandes cantidades de dinero se ponen en juego, pero se puede conseguir.

—Aún tengo más dinero, podría usar ese para pagarte...

—No es necesario, pequeño rol de canela; no te molestes en eso, yo me encargaré de conseguirlo.

—Bueno... si tú lo dices está bien...

"¿Si yo lo digo está bien?"

—Oye, Midoriya, ¿no te gustaría dar un recorrido por el ala dos?

—¿Recorrido?

—Sí. Si te vas a trasladar aquí deberías conocer el lugar. ¿Quieres ir a ver la biblioteca?

"¿Ir con Todoroki-kun a la biblioteca del ala dos?"

—Sí, vamos.

"Suena genial"

Todoroki se levantó del asiento y le tendió la mano a Izuku.

—Entonces vámonos.

El peliverde tomó su mano y se dejó guiar por él.

"Me preguntó si... ¿tendrán los mismos libros que en la biblioteca del ala uno?"


 

 

Una extraña puerta blanca fue abierta por el chico de ojos heterocromáticos, quien le indicó a Izuku que entrara.

—¿Esta es la biblioteca?

Entró tal y como le dijo. Todoroki entró también.

El cuarto estaba completamente oscuro hasta que Todoroki encendió las luces, revelando que realmente era un almacén repleto de cajas, con un par de repisas de metal y un viejo colchón en una esquina de la habitación.

—Todoroki-kun... esto no es una biblioteca— comenzaba a ponerse nervioso al ver la seriedad en el rostro de su acompañante.

—No lo es, pero aquí nadie nos va a molestar— le respondió mientras aseguraba la puerta con la llave que había sacado de su bolsillo.

—¿Por qué cierras con llave?

—Ya te lo dije, no quiero que nadie nos moleste.

Todoroki se acercó a él velozmente y lo tomó por la cadera para luego empujarlo poco a poco hacia la esquina en dónde se encontraba el colchón.

—Todoroki-kun... me estás asustando...

—Lamento haberte traído a este lugar tan extraño, pero de veras que quiero estar a solas contigo.

—¿Ah...?

—Midoriya, yo... —tomó aire —estoy muy enamorado de ti.

Tales palabras dejaron a Izuku muy sorprendido.

Nunca antes se le habían declarado, menos un chico más grande que él, pero dejando eso del lado, había sido Todoroki, líder del ala dos, un enemigo a muerte de Bakugou y alguien con una particularidad tan buena como peligrosa; por eso no le quedaba claro si de verdad le había dicho tal cosa.

—No pude evitarlo, tú provocas tantas sensaciones en mí... me hiciste caer ante tus pies. En serio, yo te amo con locura.

Los ojos de Izuku se abrieron completamente demostrando su sorpresa.

¿Qué debía hacer o decir?, estaba en blanco.

—Todoroki-kun, yo...

—Shh, espera— Todoroki rompió la distancia entre sus rostros y le dio un beso al pecoso sin previo aviso.

Los labios y boca de Izuku se sentían muy bien; tenían un leve toque de arroz en ellos.

Le dio un pequeño mordisco a su labio superior y luego utilizó su lengua para invadir y explorar la zona bucal del peliverde.

Izuku sentía que la piel se le erizaba por el contacto de Todoroki con su lengua; todo era suave y húmedo.

El más alto continuó besándolo mientras lo llevaba lentamente hacia el colchón, para acorralarlo en el mismo.

Lo tomó de las mejillas y ahí detuvo su beso.

—Tengo un regalo muy especial para ti, Midoriya.

Izuku lo miró confundido. 

Sabía que no se equivocaba, realmente Todoroki lo había besado y no sabía qué hacer. Estaba un poco asustado porque ese tipo de contacto no le traía buenos recuerdos.

—Fue muy difícil de conseguir, pero créeme que valdrá la pena— buscó entre las cajas aquel objeto tan preciado.

Sacó un pequeño contenedor de plástico con unos objetos extraños dentro, que  no se podían divisar con claridad.

Regresó a dónde Izuku y le mostró el interior de la caja. Había un conjunto de jeringas y unos cuantos frascos pequeños que guardaban un líquido naranja en su interior.

—Nos ayudarán a que te sientas mejor. No te preocupes, la doctora Naomi me instruyó en cómo usarlas.

"¿La doctora Naomi...?"

—Todoroki-kun... yo no...

—Todo estará bien, ¿sí? Tú solo confía en mí— agarró una jeringa, la aguja de esta brillaba a color metal y era muy larga.


 

"¿Qué es el amor?", se pregunta el pequeño niño Shoto.

Recién estaba creciendo, era natural que pensara y sintiera curiosidad por el mundo.

"¿Qué se siente amar a otros?"

Amar y ser amado, ¿Qué es ese sentimiento?

Shoto, como todos los niños, no encontró una mejor manera de entender ese sentimiento más que mirando a sus padres...

—¡¡¡BASTA!!!,  ¡¡¡DETENTE!!!, ¡¡¡NO ME TOQUES!!!

Escuchando los gritos de mamá cuando su padre la golpeaba.

Siempre que aquel hombre con barba de fuego se ponía agresivo y Shoto podía ver el mar de sangre brotando por las heridas de la mujer que lo concebió, le daba pánico.

Lloraba y temblaba, tan solo queriendo que se detuviera.

Así fue al principio, hasta que lo asimiló.

—¡¡¡No, basta!!!, ¡¡Enji, por favor detente!!

Su padre desvestía a su madre, rompiendo su ropa con su enorme fuerza. La tiraba en la cama y se ponía encima de ella.

Le soltaba puñetazos ante sus pataleos y la quemaba a causa de sus quejas.

Esa noche, el pequeño Shoto vio algo retorcido y nauseabundo.

Y mientras su cuerpo temblaba, sus emociones se retorcían.

Los esposos deben amarse... ¿no es cierto?

¿Entonces por qué papá le rompía un brazo a mamá?, ¿por qué la obligaba a tener sexo de esa manera tan violenta?

"¿Es porque la ama?", se preguntaba el pequeño de cinco años.

"¿Eso es el amor...?"

Sí... seguramente así debía ser.

Los golpes y las heridas eran impactantes, hacían latir su corazón con rapidez. La manera en la que su estómago se retorcía cuando olía la sangre derramada de su mamá, debía ser amor... porque todos siempre hablaban de eso y Shoto no conocía más que gritos de dolor, lágrimas y heridas abiertas en su día a día.

 

La policía había encontrado una memoria en un cajón del cuarto de Todoroki y cuando revisaron su contenido,, se encontraron con videos y una enorme cantidad de fotos que comprobaban las abominaciones de las que era acusado.


--


—No hay caso que defender, los videos de su hijo demuestran que es culpable de todos los homicidios— esas fueron las palabras de su abogado.

Aún con el mejor abogado del país, no se pudo llegar a nada, Todoroki fue encarcelado en el reclusorio Fuchu, para presos generales y con problemas mentales.

A sus dieciocho años de edad fue condenado a cinco cadenas perpetuas.

En sus inicios Todoroki estuvo en el ala cinco, dada su particularidad con potencial de destrucción y el poco valor que se le dio a sus problemas psicológicos, aunque manipuló su traslado hacia el ala dos en cuanto le hizo frente a Tomura Shigaraki.

Bakugou nunca le agradó, pero tampoco le interesaba la rivalidad que éste sentía hacia él.

Estudios en su perfil psicológico revelaron la inestabilidad emocional del chico, causada en su mayoría por traumas de la infancia que distorsionaron su sentido de la realidad.

Si el caso de Todoroki, hijo del héroe profesional Endeavor, hubiera salido a la luz, la reputación de este héroe hubiera caído fuertemente. 

Endeavor manipuló y compró a los medios, llevó todo el secreto con la máxima discreción y tomó medidas drásticas e ilegales para así encargarse de borrar la existencia de su hijo Shoto.

A Shoto nunca le importó ser un héroe, lo único que él quería era sentir la calidez de la persona a la que amaba.

Pero nunca pudo vivir una vida normal.


 

Tras inyectar a Izuku en el brazo y haberle quitado casi toda la ropa, Todoroki ya tenía una enorme erección entre sus piernas.

El pecoso comenzaba a hiperventilarse, su cuerpo parecía entumirse, sus mejillas se tornaban rojizas y sus ojos lagrimeaban, sin mencionar lo húmedas que se encontraban las partes genitales de su cuerpo.

—Ya está empezando a hacer efecto en tu bello cuerpo. Me muero de ganas por comenzar.

"Esto no puede estar pasando..."

—No... ¿por qué...?

—Porque te amo, Midoriya, por eso quiero hacerte mío.

"Todoroki-kun no puede ser igual a todos esos hombres que solo me usan para obtener placer...”

—Voy a entrar ¿de acuerdo?

Repentinamente bajó sus pantalones y dejó a Izuku contemplar la erección de su pene. 

Levantó sus piernas levemente y, sin dejar de observar el ano del pecoso, deslizó su miembro con cuidado sobre las angostas y pegajosas paredes de la cavidad anal del chico, haciendo que soltara un sensual gemido.

—No sabes las ganas que tenía de hacerte esto.

Empezó a moverse lentamente. Izuku sentía como acariciaba todo su interior; le provocaba un placer indescriptible, algo que no había sentido en ninguna otra violación.

—T-To...do... roki

—¿Se siente rico, Midoriya? ¿Te gusta?

"No... Todoroki no"

El cuerpo de Izuku lo apretaba conforme se movía, impulsándolo a penetrarlo más rápido.

—¡Ah!

Aquel orificio se ponía más y más húmedo, apretado y delicioso. 

Todoroki por fin podía saciar sus desesperadas ganas de sexo luego de mucho tiempo teniendo que soportar únicamente masturbándose.

Veía a Izuku, de arriba hacia abajo, desde sus testículos hasta su sonrojado rostro; sus gemidos y quejidos le hacían experimentar un estado de éxtasis fuerte.

Sin duda era una de las cogidas más asombrosas, la más placentera.

Las drogas hacían efecto en Izuku con rapidez, poniéndolo más mojado y apto para ser penetado.

"Se siente tan bien", pensaba Todoroki.

Izuku estaba por venirse. Lo que le inyectó Todoroki había vuelto su cuerpo mil veces más sensible, pero eso solo lo hacía peor.

"Pensé que Todoroki-kun era diferente..”

Comenzó a ser masturbado por la mano de quien lo penetraba, mientras se movía dentro de él.

—¡Ah! ¡To-Todoroki! 

—¡Me encanta cuando gimes mi nombre! ¡Es tan erótico!

—¡Todo-roki! ¡Por favor...!— hablaba con dificultad por el placer que el otro le daba. Se aferraba con fuerza a los bordes del colchón e intentaba articular palabra —¡Todoroki-kun! ¡No... no puedo...!— lloró.

—¿Qué sucede?— le preguntó y luego le dio una fuerte estocada.

—¡¡¡Aah!!! ¡N-No! Todoroki... no puedo...

—¿No te gusta así?

—No. Yo... no lo soporto más, Todoroki-kun.... — al oírlo decir eso, el chico bicolor detuvo las embestidas.

—Podemos probar otra posición, quizá. Tú solo pide lo que quieres, ¿sí? Voy a complacerte.

Izuku sentía como una tristeza profunda golpeaba sus emociones. Todo lo que su preciado amigo le estaba haciendo le provocaba un horrible dolor en el pecho.

Se sentía derrotado, como si hubiesen partido en pedazos la pequeña chispa de esperanza que le sobraba.

Podía decir que la decepción le había aplastado el corazón con fuerza hasta dejarlo tan mal que no volvería a palpitar.

Por un momento de verdad pensó que Todoroki sería diferente. 

—¿Qué sucede? ¿Por qué no respondes? ¿Es que no lo quieres hacer conmigo?

—Todoroki, por favor... tú no. Por favor no. Todos menos tú...

—¿Estás bien, Midoriya?— Izuku empezó a derramar lágrimas incansablemente. Estaba tan decepcionado que parecía que iba a romperse —¿Por qué estás llorando?

—Yo... no quiero. No quiero que las cosas sean así, no con Todoroki-kun. No podría soportarlo...

—¿Qué es lo que no quieres? ¿No quieres hacerlo conmigo?

—Por favor... déjame ir— dijo entre un par de sollozos que entrecortaban su respiración —¡Por favor, Todoroki-kun, ¡no me hagas esto tú también!, ¡tu me salvaste ese día en los baños...!, ¿¡por qué estás haciendo esto ahora!?

—Midoriya...— Todoroki bajó la mirada y se quedó en silencio por unos segundos.

Izuku estaba preparado para golpear a Todoroki y salir corriendo, hasta que este se giró hacia él con una expresión fría en la cara.

—Eres igual a todas las demás perras de antes. Tú dijiste que querías estar conmigo, que querías que te protegiera, ¿no es así? Pero... entonces... ¿por qué ahora dices eso? ¡Eres igual a las demás! — el amable chico que conocía Izuku había desaparecido por completo y en su lugar estaba una persona eufórica que lo miraba con ganas de arrancarle la piel —¡ME DIJERON QUE ME AMABAN! ¡TODAS ELLAS ME LO PIDIERON Y DESPUÉS ME DESPRECIARON!

—Y-Yo nunca... nunca te pedí na-da de esto...— explicó con la voz temblorosa.

—¡¡¡CÁLLATE MIDORIYA!!! ¡¡¡CÁLLATE!!!

Repentinamente Todoroki empezó a soltarle golpes y patadas con todas sus fuerzas, provocando que su nariz sangrara y lesionando sus costillas.

Izuku se cubrió con sus manos sin dejar de temblar y llorar. El más grande lo tomó de las muñecas y las alejó bruscamente para poder verle la cara.

El peliverde estaba envuelto en lágrimas y apretaba sus ojos con fuerza.

Otra vez se veía tan vulnerable, tan indefenso... 

El agarre de Todoroki lo hacía temblar mientras era asesinado por sus nervios.

—Midoriya... ¿estás asustado?— le preguntó con una voz amable y calmada mientras acercaba su rostro al de él.

Izuku abrió los ojos poco a poco al sentir como la presión del agarre de Todoroki disminuía.

—Tú... ¿me tienes miedo?

Asintió con la cabeza tímidamente, tal acción provocó una fuerte ola de emociones en Todoroki.

Con una expresión eufórica, llena de emoción y locura, con la sonrisa más sádica e insana y los ojos hinchados, Todoroki le respondió...

—¿Entonces tú sí me amas?, ¿verdad...?, ¿pero es que estás asustado de tus sentimientos— Daba miedo, pero aún así había lágrimas escurriendo por sus mejillas —Está bien. Te amaré con todo lo que tengo.

"—Shoto Todoroki es el hijo menor del héroe profesional Endeavor. Le gustaba salir con varias chicas y encerrarlas en su sótano para hacerles cosas retorcidas—“

Las palabras de Bakugou llegaron a su mente casi de inmediato.

—Quiero abrirte el cuerpo y ver esos colores correr, ah~ me muero por ver toda tu sangre derramada en el suelo.

Todoroki se alejó de él y caminó hacia las montañas de cajas. 

En cuanto le fue posible Izuku corrió tan rápido como un rayo hacia la puerta y desesperadamente intentó abrirla.

—¡ALGUIEN AYÚDEME! ¡DEBO SALIR DE AQUÍ!— gritó y trató de abrir la puerta en extremo pavor.

—Oye, Midoriya, ¿qué haces?— Todoroki fue hacia él y lo tomó del cuello y el pecho, llevándolo de vuelta hacia el colchón.

—¡¡¡NO!!! — gritó con fuerza presionando su garganta.

Mientras era arrastrado por Todoroki pudo ver morir a sus esperanzas.

—Vamos a jugar a algo muy divertido: probaremos la resistencia de Midoriya.

Su mundo se tornaba oscuro en aquel almacén.

"¡No es verdad! ¡No está pasando!, ¡¡esto no puede estar pasando!!”

—Tal vez esta sea la última vez que nos veamos, así que hay que disfrutarlo. No tengas miedo, no llores, solo déjate llevar.

Cuando regresaron al colchón, Deku vio una caja de cartón a su lado y sintió a Todoroki envolverle las manos con cinta.

—Vamos, relájate. Tú ahora me perteneces— se acercó a su rostro una vez más —Mantente callado y mírame a los ojos.

La mirada de Todoroki era profunda e inquietante.

El miedo ya estaba consumiendo al peliverde; respirar nunca se le hizo tan difícil.

Sus pecas estaban mojadas en una cascada de lágrimas.

—Quiero cogerte, voy a cogerte mientras te asesino y después de hacerlo voy a seguir cogiéndote.

Agarró sus piernas con fuerza, las subió y dejó a la vista su orificio anal y parte de sus  testículos. 

Metió tres de sus dedos en el pequeño y oscuro agujerito; tras tantearlo unos segundos, metió todo su brazo.

Las reacciones por parte de Izuku no se hicieron esperar, se retorció y pegó un grito.

—Mira cómo tu cuerpo pide por mí. ¿Puedes sentirlo?

—Por favor... déjame ir...

El brazo de Todoroki golpeaba salvajemente sus partes. Su interior se sentía como una goma suave, pegajosa y muy muy apretada. 

El más grande sentía excitación al escuchar los sonidos de los fluidos en Izuku. 

Su brazo estaba tan dentro que podía tocar más allá del recto del peliverde.

—¡P-Por favor...! — le dijo con miedo, retorciéndose por las sensaciones.

A Izuku le dolía el estómago y comenzaba a tener unas nauseas terribles.

Todoroki sacó su brazo de un jalón, este estaba cubierto de pequeños restos marrones de suciedad, los cuales desprendían un olor desagradable.

El simple hedor hizo a Izuku vomitar en un lado del colchón. Un líquido café combinado con puré y pedazos de carne inundaba la tela del rígido colchón.

Todoroki se acercó gustoso hacia su vómito y agarró un poco con sus dedos, mezclándolo con la materia fecal. Sin expresión alguna, obligó al chico a comer de sus propios desechos, haciéndolo llorar y sentir tanto asco como impotencia.

Le metió su pene una vez más y siguió disfrutando de su cuerpo.

Izuku no pudo controlarse, reprimió su pelvis y demás órganos internos con fuerza, pero en ese mismo momento dejó salir todo lo que su estómago había digerido antes.

El pene de Todoroki se manchó, pero le restó importancia y continuó penetrando el ano del peliverde. 

—¡Todoroki...! ¡E-Esta- ¡Ah!, ¡¡BASTA!!— Su llanto fue ignorado.

—Mierda, necesito orinar— una retorcida idea cruzó por su cabeza —Pero tú puedes servirme ¿no?

Segundos después, Izuku sintió como un líquido caliente escurría por su cuerpo y humedecía todo el colchón.

—No es suficiente— Todoroki salió de su interior y acercó su miembro al rostro de pecas, empapándolo con orina hasta los ojos.

Izuku cerró los ojos y la boca por instinto, pero Todoroki forzó su mandíbula y abrió su boca para orinarse dentro.

Metió su pene lo más profundo que pudo; Izuku se ahogaban en la fétida combinación de olores y sabores, reprimiendo arcadas  y derramando lágrimas incesantemente.

Todoroki vació toda su vejiga con satisfacción.

—Trágatelo todo.

Izuku escupió orina y luego fue quemado por Todoroki en su pierna izquierda como castigo por desobedecer.

Sentía un doloroso ardor mientras lloraba entre restos de vómito, orina y olor fecal.

—Por favor... no más. Ya no lo soporto...

—Sé que al principio es doloroso acostumbrarse, pero está bien, seré paciente contigo. ¿Sabes algo? Tú eres mi tipo. Me gustan mucho tus pecas, tu cabello y tus ojos. Definitivamente eres como yo, tan solo quieres ser amado, ¿verdad?

Izuku pensó que seguro en ese almacén nadie lo escucharía, o incluso si sí... nadie iba a ayudarlo.

—¿Por qué...? ¿Por qué me haces esto?— preguntó Izuku sollozando.

—Porque te amo, ya lo sabes, Midoriya. 

Izuku solo pudo llorar ante esa respuesta.

—Ah, sí, tengo algo que te va a encantar—Buscó su instrumento favorito en la caja cercana: un cuchillo de dientes afilados —Me encanta oír tus gritos. Quiero escucharte llorar y suplicar más.

Izuku se envolvió en temor al ver cómo Todoroki paseaba divertido el borde del cuchillo. Comenzó a temblar, ya podía anticipar lo que le iba a suceder.

Arrancó la cinta que inmovilizaba sus brazos y jaló su muñeca izquierda, dejando al descubierto su suave piel; con un poco de su fuego calentó la cuchilla.

Izuku trató de escapar, pero el bicolor aplicó fuerza bruta para acorralarlo y sostenerlo.

Sin ningún remordimiento, Todoroki posó el filo del cuchillo a una pulgada por encima de la piel del antebrazo del pecoso e inició un corte circular en la superficie.

Izuku dejó salir un grito de dolor mientras intentaba alejar su brazo; Todoroki tenía mucha más fuerza que él, por lo que apretó más para que no se soltara.

—¡¡¡BASTA!!! 

Al tener los bordes marcados, jaló la piel y la desprendió del músculo. Logró sacar el pellejo tras aplicar un poco de fuerza.

La sangre de Izuku se desbordaba por su angosta abertura en la piel y sus pequeñas lagrimitas no dejaban de caer.

Sentía que se iba a desmayar por el intenso dolor. 

Todoroki le mostró el pedazo de piel arrancada mientras la sacudía hacia los lados con un gesto de diversión.

Dejando el trozo de piel a un lado, el líder del ala dos tomó un cuchillo de carnicero de su maravillosa caja y lo acercó a los dedos índice y medio del muchacho.

—¡NO! ¡POR FAVOR! ¡TE LO RUEGO! ¡¡¡TODOROKI-KUN,TEN PIEDAD!!!— gritó lleno de pánico.

Apoyó la mano de Izuku en la superficie del colchón, lejos del vómito y la orina. 

Separó el resto de sus dedos dejando solo los que deseaba llevarse.

Levantó el cuchillo, llenando su ser de adrenalina y a Izuku de terror. 

La respiración del pecoso era irregular, rápida; su pecho se agitaba y su corazón latía con gran velocidad.

Todoroki golpeó con el cuchillo la base de sus dedos, logrando atravesar hasta el músculo. 

—¡AAAAAH! ¡DETENTE! ¡DETENTE! ¡¡¡DUELE!!!

Todoroki tomó impulso y le dio otro golpe a la base; repitió constantemente, hundiendo a Izuku en un infierno de dolor interminable.

Estaba tan sumergido en el dolor que no se percató del desprendimiento de sus dedos hasta que vio a Todoroki manipulándolos alegremente.


-----


Tras un rato de sufrimiento para Midoriya que parecía nunca acabar, Todoroki agarró una cuchara y la deslizó por las mejillas cubiertas de lágrimas.

—Me encantan tus ojos, tan grandes y verdes. Es que... creo que se parecen a los míos. Tan tristes y necesitados... 

Finalmente sacó una pequeña varita metálica muy larga, cuyo final terminaba en punta.

—Izuku, déjame tomar una parte más de ti— le dijo con la voz temblorosa —Si vamos a caer, al menos hagámoslo juntos.

Deku opuso resistencia, pero estaba agotado.

Shoto metió la varita sin cuidado en el globo ocular izquierdo del pecoso, aplicando mucha mucha fuerza.

Izuku clamó un desesperado grito de agonía inmensa, el cual fue silenciado por los dedos de la mano izquierda de Todoroki, pues lo había callado metiéndolos hasta su garganta.

El dolido peliverde solo podía retorcerse cuando la cuchara fue clavada entre su párpado y su ojo.

Ya que la cuchara estaba bien metida en la cuenca ocular de Izuku, su boca quedó libre y no paraba de soltar sollozos y gritos.

Todoroki, extasiado por los lloriqueos de su preciada víctima, continuó hasta sacarle el ojo entero.

Los desgarradores alaridos de Izuku podían  ser escuchados en toda el ala dos; ya todos sabían que el líder se estaba divirtiendo.



 

Había pasado un rato inconsciente y cuando volvió en sí se encontró en la penumbra de una celda.

Todo su ser dolía con fuerza, desde todo su cuerpo hasta lo más profundo de sus sentimientos.

Entre su agonía, no dejaba de preguntarse por qué...

¿Por qué todo eso le pasaba a él? 

"Estaba a un paso... yo estuve tan cerca... yo confié en la doctora Naomi... yo confié en ti...”

Todoroki, su amigo, en quien creyó que podía contar para todo, le había hecho cosas horribles; le hizo experimentar el mayor dolor de su vida.

Luego de usarlo lo tiró por ahí, como a un pedazo de basura.

"¿Por qué no me mataste...? Es que... ¿ni siquiera merezco eso?"

Habían aplastado sus sueños, le quitaron a su tan preciado amigo de una manera cruel, lo privaron de su libertad, le hicieron sentir tanto sufrimiento, hambre y frío; aplastaron su cordura, maltrataron su integridad y... cuando pudo levantarse, cuando volvió a creer que podría alcanzar aquello que tanto anhelaba, cuando creyó que ya nadie podría quitarle nada: se llevaron su piel, sus dedos, su ojo. Profanaron lo más interno de su cuerpo, lo obligaron a contener sus propios desechos.

Creyó que ya había sufrido todo, que ya no podría sufrir más... pero ahora ese fuerte sentimiento, acompañado por un ojo lagrimeando le decía que no era así; iban a quitarle todo, iban a aplastarlo todas las veces que se le ocurriera ponerse de pie. Arrancarían hasta el más mínimo pedazo de esperanza.

"¿Cómo se me ocurrió pensar que si me esforzaba podía ser feliz? ¿Por qué pasó por mi cabeza que me permitirían sonreír de esa forma?"

Estaba tirado en el frío suelo, inmóvil, le dolía tanto que ni siquiera podía moverse.

“Alguien... ayuda... por favor.

All Might... Kirishima- san... Kaname... “

Era Justo como había dicho Bakugou, los héroes no existían. Nadie en ese sucio lugar lo ayudaría, no tenía derecho a ser ayudado ni a recibir ni un poco de compasión.

"Kirishima-san... no soy un hombre de verdad. No puedo superarlo todo, no puedo superar nada"

—Soy solo... basura...— dijo para el mismo, en un susurro lleno de dolor.

"Me duele... ya no soporto más. No quiero... 

Perdóname Daisuke... solo soy un pedazo de escoria... nunca merecí ser tu amigo"

Cerró su ojo restante, su cuerpo aún temblaba por el dolor y no podía ignorarlo.

Se quedó ahí, no supo por cuánto tiempo, pero esperaba tener la suerte de morir de agonía.

Todo era silencio y frío. Ni siquiera sabía en dónde estaba, ¿el ala dos? Tal vez la uno, puede que la tres, eso no importaba.

Izuku solo tenía frío, sentía mucho dolor y su pecho se estrujaba. 

Se había dado cuenta... en su nuevo mundo en la prisión, no existían los héroes, no había amigos, tampoco se le permitía tener esperanza ni felicidad.

—Así que aquí estás— le dijo alguien, no sabía quién —Ya fuiste víctima de Todoroki.

Aquella persona se acercó a él con una lámpara.

Izuku intentó ver su rostro, pero sus lágrimas empañaron su vista.

—Mírate, eres tan patético. Tan débil. Ni siquiera puedes moverte.

El peliverde pensó que tenía toda la razón.

—Yo te lo dije, que todos en este lugar eran escoria y ¿qué fue lo que hiciste tu? Fuiste con Todoroki, moviendole la cola al bastardo que te daba de comer como si fueras un puto perro, y ahora mírate, estás hecho una porquería. 

Alumbró el rostro de Izuku con la luz de la lámpara para verlo mejor.

La cuenca del ojo vacía, sangrante, llena de vomito y más fluidos... se veía repugnante. El brazo de Izuku sangrando, su mano sin dedos que dejaba ver un trozo de sus huesos de una forma tan visceral y terrible.

Su torso también estaba lleno de cortaduras, quemaduras y pequeños trozos de hielo clavados en el. 

Tal vez lo que más llamó la atención de la otra persona fue su otro ojo, el que aún estaba en su lugar; Izuku no decía nada, no se movía... parecía que estaba muerto, pero su ojo derecho seguía llorando, derramando lágrimas en silencio. También su pupila reaccionaba ante la luz, dando señales de que aún seguía con vida y podía sentir todo ese dolor.

Su cuerpo desprendía un olor terrible, por la combinación de vómito, orina, excremento y sangre.

El estado del chico era deplorable, lamentable. 

La otra persona dejó salir un suspiro. Se agachó y tomó a Izuku de la muñeca, haciéndolo gritar por el contacto de su piel faltante. Soltó su brazo y prefirió sostener su cadera para levantarlo bruscamente.

Con dificultad lo puso en pie y lo dejó para que se sostuviera, sin embargo, las piernas del peliverde temblaban como las de un venado recién nacido y lo obligaron a caer en los brazos de la otra persona, buscando por un poco de calor humano.

—Hueles a mierda— lo empujó lejos de él sin dejarlo caer al suelo. 

Mientras la otra persona apoyaba su mentón en la cabeza del pecoso, lo tomaba por la cadera una vez más, juntando la espalda de Izuku con su rígido torso. Así se lo llevó a rastras.

Izuku no sabía quién era ni a dónde lo llevaba, pero pensó que  con suerte lo llevaría a un lugar alejado para matarlo de una buena vez.

Fue arrastrado en la oscuridad mientras veía como sus pies se movían entre la penumbra.

Lo subió por las escaleras y continuó arrastrando su cuerpo.

De pronto se escuchó el ruido de los barrotes de una celda abrirse. 

Todo se iluminó y pudo ver la cara de quién lo arrastraba.

Fue lanzado hacia una cama. 

Cuando su cuerpo se hundió en el colchón, se sintió tan suave y reconfortante que fue invadido por un poco de calidez.

Izuku empezó a regular su respiración y su temblor desapareció poco a poco, pero eso no calmó su dolor.

Acostado en el colchón, era observado por la persona que lo había llevado hasta ahí. 

Con lágrimas escurriendo por su mejilla, aguantando el dolor de sus partes arrancadas y con la voz ronca, Izuku juntó la fuerza para decir:

—Muchas gracias por... traerme aquí... Bakugou.

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Disclaimer: Este es un fanfic sin fines de lucro, algunos personajes pertenecen a Kohei Horikoshi pero la historia es de mi propiedad. Con ayuda del reptiliano, Kaname y Shinso, Izuku fue llevado a la

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